MIRANDO POR EL RETROVISOR
El fentanilo, el malapaga y el pastorcillo jablador
Cuando los gobiernos son cuestionados por organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación se comportan como el malapaga con el prestamista.
El malapaga acude a tomar el crédito hecho todo sonrisa y se vende como el más responsable, pero a la hora de honrar el compromiso asumido cambia radicalmente su actitud, alega que no tiene dinero y cobrarle pasa a ser una ofensa.
Los gobiernos asumen igual comportamiento. Los elogios de medios de comunicación y de las ONG por sus ejecutorias los reciben con beneplácito, pero cuando se trata de críticas por el mal desempeño lo ven como un daño, en lugar de asumirlo como un aporte al adecuado curso de la administración pública.
El ejemplo lo vimos con un reportaje del Listín Diario publicado el pasado 21 de junio con el título “Caen en crisis diversos servicios públicos”. La reacción del actual gobierno fue instruir a los funcionarios de las instituciones aludidas para que refutaran mediante cartas enviadas a este medio lo planteado en la investigación periodística.
Ya antes había asumido igual actitud el ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, con otra investigación del Listín Diario sobre falencias en el “Inglés de Inmersión”, alegando en su respuesta que la intención del periódico era dañar la imagen del programa.
Negar una denuncia o minimizarla es la reacción más frecuente en servidores públicos que, en lugar de molestarse, deberían asumir con humildad los cuestionamientos y procurar “subsanar las irregularidades”, como han planteado algunos que hicieron con recientes auditorías divulgadas por la Contraloría General de la República.
La semana pasada Hogar Crea Dominicano advirtió que el fentanilo ya circula en el país y llamó a las autoridades a adoptar medidas preventivas para evitar el drama que actualmente enfrentan Estados Unidos, Canadá y México por el elevado consumo de esta letal droga sintética.
Tanto la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) como el Consejo Nacional de Drogas (CND) minimizaron la denuncia bajo el alegato de que esa droga no circula en el país.
Ignoro de qué lado está la razón, pero sí pienso que asumir con dejadez el impacto que podría tener la venta del fentanilo en el país es un acto de irresponsabilidad, especialmente si observamos la realidad que enfrentan con ese opioide naciones con una mayor capacidad de respuesta que la nuestra.
El reciente Informe Mundial sobre Drogas 2023, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés), advierte que el fentanilo está transformando los mercados de la droga en América del Norte y contribuyendo a los elevados niveles de sobredosis entre los adictos.
Revela que solo en 2021 se produjeron casi 90,000 muertes por sobredosis de opioides en América del Norte, en su mayoría relacionadas con fentanilos fabricados ilegalmente.
Y un dato revelador es que hallaron muestras de fentanilo en los análisis realizados durante el primer semestre de ese año al 86% de las personas fallecidas por sobredosis de opioides en Estados Unidos.
Esas cifras motivaron a que el pasado viernes Estados Unidos convocara a 84 países para conformar una alianza global contra el fentanilo.
En el curso de una reunión virtual, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, lanzó una advertencia que no deberían minimizar las autoridades dominicanas vinculadas a la prevención del consumo de drogas.
“Estados Unidos es como el canario en la mina de carbón”, dijo el diplomático estadounidense, para dejar bien claro que la realidad que enfrenta su país con el fentanilo pronto sucederá en el resto del mundo. “Una vez han saturado nuestro mercado, las mafias criminales transnacionales están enfocándose en otros lugares para aumentar sus beneficios”, explicó Blinken.
No se puede descartar, como denunció Hogar Crea, que el fentanilo circule en el territorio nacional mezclado con otras drogas para potenciar sus efectos alucinógenos.
Y la reciente muerte de Leandro De Niro, de apenas 19 años y nieto del reconocido actor Robert De Niro, ilustra los estragos que está causando ese letal opioide.
Su madre, Drena De Niro, ha confirmado que Leandro falleció por una sobredosis de fentanilo.
En su cuenta de Instagram, la atribulada madre reveló también que su hijo consumió pastillas adulteradas con fentanilo que le fueron proporcionadas a propósito.
En un conmovedor mensaje colgado en esa red social, ella clamó para que nadie más sufra lo que está viviendo a causa de esta droga. Y no ocultó su impotencia: "Para todas esas personas que siguen jodiendo por ahí, vendiendo y comprando esta mierda quiero decirles: 'Mi hijo se ha ido para siempre'", agregó.
Si el gobierno dominicano quiere asumir las advertencias de Hogar Crea Dominicano y de medios como Listín Diario como el “Ahí viene el lobo” de la fábula “El pastorcillo mentiroso” del escritor de la antigua Grecia, Esopo, pues adelante, pero por lo menos debería darle un poquito de crédito al desgarrador clamor de Drena y al alto funcionario estadounidense que vislumbra una “catástrofe”, si no actuamos juntos con “urgencia” contra el fentanilo.
El gobierno dominicano debería asumir igual actitud, dejar de irritarse como el malapaga cuando le cobran y no empezar a actuar cuando en el país ataque con fuerza el fentanilo como un lobo feroz.