POLÍTICA Y CULTURA

A Faride le temen por su verbo y su decoro

Los valores que caracterizan el surgimiento de un liderazgo social y ético, están dados por la coherencia y la identidad que asume el discurso, dentro del ámbito social de las confrontaciones en una democracia efectiva y participativa . Ningún discurso en el Congreso alcanzó mayor incidencia en el proceso de lucha por el cambio político en los comicios del 2020, que el expuesto con claridad temática y energía, por Faride. Hasta ese momento, en la confrontación electoral congresual no se había producido un enfrentamiento de tanta significación, para los resultados electorales posteriores que llevaron al Poder al Presidente Luis Abinader. Su voz fue la clarinada de un país entero harto de los procesos de corrupción de burlas y de engaños a que fue sometida la sociedad dominicana. Hasta ese momento la sociedad dominicana no había vuelto a parir una dirigente mujer de esa categoría, salvo las limpias y brillantes actuaciones de regias Senadoras y meritorias ciudadanas , cuyas voces estremecieron la nación por la pujanza de las posiciones asumidas.

Como nota curiosa en la distribución del poder legislativo, tanto Thelma Frías como Milagros Ortiz Bosch y Faride Raful fueron electas como Senadoras de Santo Domingo, nervio político del desarrollo de la conciencia democrática nacional. Fue Faride Raful una de las voces de denuncia de la degradación política del país con una valentía de la cual carecieron algunos ciudadanos.

Es lógico, natural, que toda esa maquinaria afectada por el desplazamiento de gobierno del presidente Danilo Medina en el 2020, concentre su odio mayor, el más bajo de los sentimientos humanos contra Faride, a la que nunca perdonarán su valentía, su honestidad a toda prueba. A esa sumatoria de desplazados de la maquinaria gubernamental, algunos de los cuales perdieron sus privilegios y canonjías, se le sumó en consecuencia todo un aparato de escribientes malhadados, para quienes la política es el único medio por excelencia de subsistencia. La campaña denotativa contra Faride alcanza límites increíbles usando las redes donde toda una jauría se agrupa para lanzar los peores epítetos y calumnias contra su imagen. Le temen a su pureza, a su verbo, a su decoro.

Le temen a su honestidad a toda prueba. Le temen a la simpatía que tiene en el seno de pueblo. Le temen a su lengua ética. En ese proceso usan para crear imagen y campaña sucia todo tipo de distorsiones. A esto se agrega como una nota lastimera, algunos desorejados que la ven como competencia para futuras lides electorales, y rumiando a hurtadillas, incentivan la denostación y el perjurio.

Para ello todo es posible, conjunción miserable de farsantes y simuladores. La crítica mordaz a Faride en el sentido de que no usa su discurso para denunciar hechos o acciones del Gobierno de Luis Abinader, es una de las ridiculeces mayores de la politiquería dominicana. Su discurso fue por un cambio con Luis Abinader al poder político y su defensa de ese gobierno es un compromiso social e histórico irrenunciable para salvaguardar su gestión sin perder el sentido de observación crítica, pero jamás para enfrentar a un gobierno decente y a un presidente ejemplar. Refugiados en el anonimato irresponsable una cáfila de desorejados descargan todo tipo de calumnias contra ella. Dudo mucho que logren su objetivo. Están al descubierto y serán derrotados.