Tribuna del Atlántico
Dinero para la calle, justo a tiempo
Una de las anécdotas más celebradas del proceso electoral del año 2000. que ganó el presidente Hipólito Mejía, fue en el marco de los diálogos del programa Uno + Uno, cuando Mejía dijo que construirían 200 mil viviendas en 4 años, Juan Bolívar, le cuestionó sobre de donde saldría todo ese dinero y este dijo, “Calderón, explícamele aquí, de donde salen esos cuartos”.
Años después Rafael Calderón explicaría en detalle el difícil momento que significó para él tratar de explicar de dónde saldría el dinero para construir todas esas soluciones habitacionales, la verdad pura y simple, es que a don Hipólito, en palabras del Chavo, se le “chispoteó” la cifra, y Calderón tenía la misión de tratar de arreglar la cosa.
Luego de disponer una baja de 50 puntos básicos en la Tasa de Interés de Política Monetaria (TPM) de 8.50 a 8 %, el Banco Central anuncia una inyección de liquidez de 94 mil millones de pesos, para estimular sectores claves de la economía nacional, mediante una liberalización de 34 mil millones de pesos de los recursos del encaje legal, dirigidos principalmente a estimular al sector construcción, sectores productivos y hogares y 60 mil millones a través de una Facilidad de Liquidez Ampliada para facilitar el crédito a tasas de interés más cómodas.
En momentos en que los economistas hablaban de una fuerte contracción de la economía, que podría conducir a un momento de estancamiento con inflación, las medidas aprobadas por la Junta Monetaria parecen bastante lógicas, en procura de mantener el dinamismo que ha caracterizado a la economía dominicana en el ultimo cuarto de siglo frente a diferentes contingencias externas y locales.
Pero como dicen que el diablo está en los detalles y ya se sabe, que los humanos a todos le buscamos un, pero, nadie podrá obviar que la decisión de la Junta Monetaria se produce a pocos días del inicio formal de la campaña electoral.
Tranquiliza el anuncio del presidente Luis Abinader, junto a los miembros del gabinete de Ética y control del Gasto del Poder Ejecutivo, del fortalecimiento de los controles para evitar el uso de los recursos públicos en la campaña electoral, un aspecto en el que el presidente ha sido reiterativo, enhorabuena.
No hay que criticar en las medidas aprobadas por la Junta Monetaria, que buscan estimular la economía del país, excepto que, con sus matices, es exactamente lo mismo que se ha hecho en otras épocas, ahora tal vez no requiera un incremento tan significativo el déficit fiscal, como en 2012, o en el 2020, por ejemplo, pero el mecanismo y la practica son las mismas, estimular el gasto y la inversión, dinamizar la economía y de paso atacar una de las capacidades mas afianzadas del dominicano de hoy, la de saber, a ciencia cierta, cuando hay más o menos dinero en las calles.
Esa con el tiempo es una capacidad en la que el dominicano común supera a los economistas de Harvard, tan de moda ahora que el destacado economista Juan Ariel Jiménez será profesor de ella, o de Cambridge, de moda en sentido inverso por el título de la destacada neurocientífica puesta en evidencia por Nuria; cualquier dominicano por humilde que sea, le habla a usted con propiedad, de si hay o no dinero en la calle.
Al unísono, Junta Monetaria, Banco Central y Gobierno, buscan garantizar que haya y que la gente sienta “los cuartos en la calle”.