pensamiento bíblico

Limpieza espiritual

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”, 1 Juan 1:9.

Todos pecamos, por tanto, somos sujetos de perdón o condenación, según actuemos. El apóstol Juan enseña que la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.

Necesitamos la sanidad interior, ante la maldad colectiva en la que hemos caído. Solo el justo y fiel Jesús puede perdonarnos. Así alcanzamos limpieza espiritual.

A menudo los hijos de Israel caían en pecado, mas volvían a Dios, clamaban perdón y eran liberados. Bueno sería que los hijos de Quisqueya confesemos nuestros pecados. Y regresemos al Señor.

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