un momento
Mis secretarias
En el Día de las Secretarias quiero recordar hoy de manera particular a mis secretarias. Puedo hablar de las secretarias en general, pero puedo hablar específicamente de las mías: las que tuve en Bogotá, en Santo Domingo, en Higüey y en Santiago de los Caballeros. Cuánto les agradezco. He tenido secretarias religiosas y laicas.
Cuánto aprecio su servicio, porque hicieron mi ministerio más valioso, le extendieron lo que yo no podía dar ni cómo ser humano ni como varón, pues ellas podían darlo por ser secretarias precisamente.No cito todos sus nombres, pero voy a recordar a Altagracia Bisonó, de Santiago. Todavía me sigue dando asistencia de alguna manera. Gracias, secretarias, y gracias especiales a las mías por todo el servicio y todo el apoyo que me han dado.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos