Tasa de interés neutral actual y futura
Primer Tiro
Por primera vez desde el inicio de la actual política monetaria restrictiva en octubre del 2021, en el pasado mes de febrero la inflación registró una reducción de casi cien puntos porcentuales. La misma ha sido interpretada como una señal de que el aumento acumulado de 550 puntos básicos en la Tasa de Política Monetaria (TPM) empieza a tener efectos. ¿Se puede concluir entonces que no se deberían producir nuevos aumentos de tasas de interés? Cualquier posible respuesta a esta pregunta debe analizar los balances del panorama macroeconómico que determinan el nivel de dicha variable, y el comportamiento del precio de la deuda pública y del tipo de cambio son dos de los más determinantes. Desde el 24 de enero, y hasta la fecha, el índice rendimiento/precio de los títulos de deuda pública presenta un comportamiento en forma de W. El índice baja cuando las expectativas son de que las tasas de interés van a subir, y viceversa, por lo que el citado comportamiento indica que no hay un balance dominante en dichas expectativas.
Segundo Tiro
En el pasado mes de enero se produjo una ligera depreciación cambiaria, la cual se ha revertido durante el pasado mes de febrero, manteniéndose en el transcurso del presente mes, equivalente a un comportamiento en forma de V, compatible con la W del precio de la deuda. Las expectativas de nuevas alzas en las tasas de interés en EU son altas, lo que ha originado que la letra del Tesoro a un año rompiera la barrera del 5%, y eso si que es totalmente compatible con una depreciación cambiaria. Es aquí donde hay que señalar nuevamente que el nivel de tasa de interés que reduce presiones de demanda interna no es necesariamente el mismo que satisface la demanda de rendimiento de un mercado que incorpora expectativas devaluatorias e inflacionarias, y que puede mover recursos internacionalmente según el diferencial de tasa de interés, ni tampoco es igual a la tasa de interés nominal neutral que mantiene la igualdad entre la devaluación esperada interna, y el costo para un residente de endeudarse en el exterior.
Tercer Tiro
En febrero, y durante lo transcurrido del presente mes, la devaluación esperada era menor que el costo del endeudamiento externo de un residente, lo que determinaba que endeudarse en dólares en el país era más conveniente que hacerlo en el exterior. La tasa pasiva preferencial promedio se mantiene por encima del 12%, mientras que el rendimiento promedio de los títulos de corto plazo del Banco Central ha estado en la frontera del 14% La TPM no ha subido en los últimos cuatro meses, pero si lo ha hecho la tasa interbancaria (a la que los bancos se prestan entre si), y se impone la pregunta de si su nivel actual, con cinco puntos porcentuales mayor a la real, produce una tasa de interés nominal suficiente para contener movimientos adversos de capitales, y para compensar las expectativas devaluatorias. En aumento en la tasa de interés en Estados Unidos, y un posible brote de expectativas devaluatorias, son fenómenos que harían pensar en un nuevo aumento de tasas de interés, independientemente de que con el nivel actual de la misma sea suficiente para controlar la inflación.