Cuando la poesía explica la política
El asunto es político y a la vez literario. La poesía siempre ha explicado mejor que politólogos, psicólogos y sociólogos los grandes porqués del alma humana y de la sociedad. “Ítaca”, de Kavafis; el “Versainograma a Santo Domingo”, de Neruda; “Hay un país en el mundo”, de Mir; por ejemplo.
Los razonamientos sólo son convincentes, electoralmente atractivos si antes conectan con un corazón que, por cierto, cuando toma la palabra “es de muy mala educación que la razón lo contradiga”. El drama de los dos PLD es un buen ejemplo de lo anterior, pues más que a la política remite a un bolero de Juan Lockward, “qué dilema tan grande se presenta en mi vida”, al refranero español, “ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios, contigo porque me matas y sin porque me muero”, para no citar a Sandro de América con su canción de inspiración peledeísta dedicada a la Fuerza del Pueblo (LF), “Me amas y me dejas”.
He ahí el gran drama de morados y verdes, que a la fecha no han dejado de ser uno solo, con sus grandes vivos en su respectivos locales y sus grandes cadáveres éticos en sus alfombras comunes. Veinte años de gobierno son muchos años y mucho gobierno, muchas vivencias compartidas. A los dos PLD les basta hacer memoria para reencontrarse. Verdes y morados están conminados por la coyuntura política a entenderse en las elecciones municipales de febrero, o prepararse a ver cómo el PRM arrasa en el poder municipal, que es el más pueblo y más duartiano de todos los poderes.
Todo se complica porque ambos PLD saben que en las presidenciales de mayo 2024, quien ocupe el tercer lugar estará condenado a visitar el Muro de sus Lamentos, a iniciar el recorrido de la Vía Apia de su lenta desaparición, en plan Reformista o PRD.En la lucha por el segundo lugar de las presidenciales de mayo, los dos PLD deberán enfrentarse públicamente, -con “maidelplai” incluida-, al tiempo que emisarios de sus respectivos líderes negocian acuerdos para las municipales de febrero. O sea que, quienes están conminados a entenderse en febrero, al mismo tiempo deben tirarse a matar para sobrevivir más allá de mayo.
Mientras, en Higüey, la FP canta a Cholitín: “No puedo concebir que vuelvas a partir, si apenas has llegado”. Con su permiso.