EN POCAS PALABRAS
Conversaciones en Ginebra
No es que las deliberaciones que se llevan a cabo en Ginebra de parte de Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, y la OTAN, hayan sido del todo fatalista y hasta poco convincente de los resultados iniciales.
El tema de una eventual invasión de Moscú al territorio vecino de Ucrania sigue acaparando la preocupación no solo de Estados Unidos y sus aliados, sino, también, de la comunidad internacional.
Ucrania fue parcialmente invadido por tropas rusas en 2014 cuando el Kremlin decidió ocupar el territorio de Crimea, estratégico puerto de entrada entre oriente y occidente en vista de las irreconciliables diferencias políticas entre Moscú y Kiev. Hay que admitir, no obstante, que previo a la entrada de los efectivos rusos al territorio de Crimea, se celebró un referéndum donde la gran mayoría de sus habitantes votaron a favor de la unión política con Rusia.
Las conversaciones - de acuerdo - con el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, quien admitió que las pláticas se iniciaron bajo un clima de positividad y que eso había que tomarlo en cuenta.
Un punto crucial por el cual las potencias involucradas tendrían que llegar a una negociación de parte y parte, es el pedido de Rusia de que sus exaliados de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS en inglés) no entren a ser parte de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) cosa que asusta a Moscú, por el simple hecho que si esto sucediere, la correlación de fuerzas militares estaría muy a favor de la Alianza Atlántica - y que además- el territorio ruso estaría prácticamente cercado por fuerzas de la OTAN.
En ese tono se ha pronunciado, pero a favor de los intereses occidentales, el responsable de la política exterior del bloque comunitario, Josep Borrell, de que Rusia lo que quiere es reeditar la antigua URSS bajo la tutela de Moscú y sus satélites, quien, además, ha reafirmado la creencia de que Moscú busca intentar un desacoplamiento entre Estados Unidos y la Europa Occidental, con el objetivo estratégico de minimizar la presencia y e importancia geopolítica europea, y calificarla además, de “irrelevante".
De todos modos, las conversaciones continúan en Ginebra, y que ojalá haya un entendimiento en este diferendo de alta importancia geopolítica - estratégica entre Este-Oeste, para que las tensiones del eje Washington-Moscú-Bruselas, no generen mayores consecuencias que no sean la paz y el entendimiento en la Eurasia.