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POLÍTICA Y CULTURA

Evocando al periodista Luis Reyes Acosta

El 28 de abril de 1965, tanto el “Listín Diario” como “El Cari­be”, los dos pe­riódicos principales del país, circularon precariamente en la ciudad de Santo Domin­go. Fueron las últimas publi­caciones de ambos diarios, que reaparecerían luego de finalizada la guerra de abril. “El Caribe”, en primera pá­gina trajo en un recuadro en “negritas”, subrayando la in­formación de que el coro­nel Francisco Caamaño, ha­bía llamado a la redacción del periódico en horas de la noche, al cierre, para infor­mar que la ciudad de San­to Domingo estaba bajo con­trol absoluto del movimiento constitucionalista, luego de derrotar los blindados y efec­tivos militares de “San Isidro” en la batalla militar del puen­te Duarte en horas de la tar­de ese día. El “Listín Diario”, que se destacó por censurar la ruptura del orden consti­tucional del 25 de septiem­bre de 1963, se quedó espe­rando el reportaje de uno de sus periodistas estelares, a quien había enviado a cubrir los sucesos del puente Duar­te esa tarde. Ese periodista se llamaba Luis Reyes Acosta, y estaba considerado un formi­dable profesional. El reporta­je de Reyes Acosta llegó a la redacción del Listín, cuando ya el periódico había cerra­do la edición, por lo que no pudo publicarse. En ese re­portaje, Reyes Acosta, quien estuvo en la cabeza del puen­te y sus alrededores, con su identificación de periodista, reportaba la derrota de las huestes militares del CEFA, su desbandada a “campo tra­viesa” y el triunfo de las tro­pas constitucionalistas.

El coronel Caamaño se apersonó a las oficinas del Lis­tín Diario esa noche del 27 de abril del 65, con la finalidad de que se incluyera el amplio y ve­raz reportaje de Reyes Acosta, sin embargo nada pudo hacer­se porque a la hora que llegó dicho reportaje, se estaba im­primiendo la edición del día siguiente en sus talleres, y casi todo el personal se había mar­chado, no obstante se acor­dó que en la edición del día si­guiente se publicaría dicho reportaje, ampliando los deta­lles de esa batalla inolvidable. La explanada de toda la parte frontal occidental del puente Duarte, incluido el puente, y la ciudad entera estaban bajo do­minio absoluto de las fuerzas constitucionalistas.

Un destacamento del CE­FA que había logrado situarse en medio de la batalla en los entornos donde estaba la “In­cineradora” que funcionaba en el extremo de la entrada a la ciudad, a mano derecha por el puente, fue virtual­mente liquidado, allí hirie­ron gravemente a uno de los pocos oficiales del ban­do contrario, con suficiente coraje combatiente en aquel enfrentamiento.

A la seis de la tarde de aquel martes 27 de abril, no queda­ba ningún bolsón de resisten­cia en la cabeza del puente ni en sus alrededores. Fue enton­ces cuando el italiano Ilio Ca­pocci instructor de los temibles y heroicos “hombres ranas” le pidió al comandante Montes Arache, seguir hasta la Base Aérea de San Isidro para coro­nar la victoria.

Luis Reyes Acosta y la diri­gente femenina del PRD, Yo­landa Guzmán, fueron asesi­nados días después por una patrulla, al servicio de un ge­neral trujillista, que desanda­ba miserable al amparo del invasor extranjero.

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