PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
El Covid-19 y la escuela
El Covid-19 ha ocasionado profundas transformaciones en los sistemas educativos a escala mundial. El Banco Mundial (BM), en vun estudio publicado hace 90 días (a mediados de junio de 2020), estableció que 1,600 millones de estudiantes han quedado fuera de las aulas, equivalente al 22% de la población mundial. Las pérdidas económicas, según el referido estudio, se “estiman en 10,000 millones de dólares en ganancias a lo largo del tiempo para esta generación de estudiantes”, lo que representa un 8% de la riqueza mundial.
Los especialistas del BM Annette Dixon y Jaime Saavedra, explican que el Covid-19 evita que los niños aprendan, que reciban su alimentación en las escuelas y reduce su potencial de aprendizaje. Esta generación de estudiantes de los distintos niveles, pagarán la deuda que los países están asumiendo para combatir la pandemia.
Enfrentar los desafíos de la educación frente al Covid-19 y otras pendemias que pueden venir en el futuro es responsabilidad de los Estados, la escuela, los maestros y las familias. Francesc Pedró, responsable de la Educación Superior para América Latina y el Caribe de la UNESCO, entiende que “se necesitan planes de contingencia para garantizar la continuidad educativa en situaciones de crisis. Hay bastantes indicadores que sugieren que vamos a tener que convivir con esta pandemia durante un cierto tiempo y tal vez con otras en el futuro (…)”.
El Covid-19 ha generado preocupación y tensiones a los administradores de los presupuestos educativos. El dilema es continuar con los modelos actuales o cambiar a modelos híbridos o puramente tecnológicos. Es dificil, en medio de la pandemia continuar con un sistema de enseñanza 100% presencial y es complicado implementar un modelo puramente tecnológico, donde desaparezcan los límites físicios de las escuelas y de los alumnos, sobre todo, en un mundo lleno de desigualdades y carencias. Wenge Guo, profesora de tecnologías de la educación de la Universidad de Pekín, advierte que “No podemos Volver a lo mismo de antes. Esta es una tendencia a largo plazo”.
El desafío de la educación tecnológica es inmenso. Una encuesta realizada por la Comisión Europea a más de 4 mil maestros, estableció que el 67% de los profesores no había tenido experiencia impartiendo docencia a distancia. Es necesario diseñar planes de contingencia, que permitan combinar la enseñanza online y la presencial en los niveles primario y secundario. En estos niveles, considera el especialista Giorgio di Pietro, de la Comisión Europea, “es poco probable que el aprendizaje a distancia y en línea sea muy eficaz a menos que esté cuidadosamente diseñado”.
Antes de la aparición del Covid-19, la humanidad padecía una crisis de aprendizaje. El 53% de los niños de los paises de ingresos bajos y medianos, tenían dificultades en lectura comprensiva a los 10 años. La Pandemia ha agudizado estas cifras. Para el BM, seis meses de cierre de las escuelas, “representan una pérdida inmediata de 0,6 años de escolaridad ajustada por calidad”, lo que reduce el aprendizaje efectivo de un estudiante de 11.2 años a 7,3 años.
A pesar de todo esto, la vida continúa. Hay que seguir estudiando, hay que seguir educando y hay que continuar formando el capital humano necesario para garantizar el progreso económico y social de la humanidad. Hay que abrir las escuelas de forma segura y se hace necesario contar con las herramientas que permitan conectar e involucrar a maestros, estudiantes y tutores, en una sinergia que haga posible aprender, desapendender y reemprender.