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ORLANDO DICE...

Política y farándula

No tiene nada de malo que la política se auxilie de la farándula si siente que pierde atractivo o necesita aumentar la popularidad de sus opciones.

La experiencia dominicana es variada, pero no siempre dichosa. Hubo faranduleros que ganaron y también que perdieron.

La conclusión es simple: la farándula por sí sola no determina.

No se tiene claro ni ocupa interés cómo se da la alianza. Si la política busca la farándula, o la farándula la política, y podrían darse ambos casos.

Aunque lo curioso es que en ocasiones es la política que hace atractiva y popular la farándula. La actual circunstancia electoral pone esa situación en evidencia.

Sin que haya que considerar nombres. Las aspiraciones o la figuración de faranduleros en la boleta de los partidos dejará de ser fenómeno y será normal, y más en la medida que las propuestas sean exitosas.

La política o los partidos o los propios interesados debieran proceder a la profesionalización del farandulero que incursiona en la política.

Exigir un mínimo de aprendizaje o de entendimiento de los asuntos de Estado, sin importar el nivel en que participe, regidor, alcalde, diputado o senador.

Si el farandulero va a ser un activo de la política o del partido, debe mejorarse como oferta. Unos manejan adecuadamente el escenario, pero no así los conceptos.

Incluso se observa con pena que no buscan más que sonido, como se dice ahora, y solo provocan ruido.

Algunos sin embargo cuidan su vergu¨enza y se recogen a tiempo. Otros como el zapatero a sus zapatos no bajan de la tarima y entienden que lo suyo es el espectáculo, no el activismo político.

El contrato, la actuación, hacer de telonero del líder o del candidato resulta suficiente, sin llegar al extremo de la militancia.

Y la ganancia económica es inmediata. Cuando la demanda baja, y no se tocan fiestas con la frecuencia habitual, la política es la gran salvación.

Aunque también – uno que otro -- llega a fanatismo.

La política sabrá cómo lidiar con la farándula, y faltará ahora que la farándula sepa moverse mejor en la política.

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