“Sarcasmo”

La mejor respuesta para enfrentar la simulación de los que se sobreestiman en sus propias deficiencias, es aplicando la ironía del sarcasmo para sustentarlos en el mismo aire que respiran. Lo bonito del sarcasmo es que los inteligentes lo entienden y los necios y torpes se ofenden.

Siempre es placentero recordar la canción del inmortal romántico don Manuel Troncoso, en la voz maravillosa de Ivette Pereyra, cuando entonaba su canción “En Honor a la Verdad”, modulando la letra: “Ahora que el dolor ya se adueñó de mí, y después que tanto yo te presentí, como un sarcasmo de la vida, hoy tú te encuentras junto a mí.

Así son las cosas del mundo, difíciles de comprender......”. El sarcasmo es expresión de ironía y crueldad; a la vez ha sido el desdén en los rasgos dominantes del estilo de los mejores artistas universales.

En situaciones interesantes frente a los simuladores, nos da plenitud de espíritu cuando los vemos morderse los labios, atónitos frente a la ironía de una expresión sarcástica. Siempre luce efectivo el sarcasmo, para molestar a los necios y torpes simuladores.