UN MOMENTO
Patrona de los sin techo

Llama la atención que los que no tienen techo tengan su patrona.
La fiesta de santa Eduviges, patrona de los sin techo, nos hace pensar en la necesidad y el derecho de tener una casa propia. Quiero invitar a ustedes los católicos, que son constructores de casas para muchas personas, a seguir el ejemplo de Cáritas Diocesana, que solo en Santiago ha construido más de 400 casas para personas sin techo.
Quiero congratular a los empresarios que repiten y repiten esta frase: “Yo hacía casas para producir dinero, pero he descubierto que se hace felices a tanta gente que no tienen casaÖ”, y afirman: “Ahora soy más feliz en ver la felicidad de alguien que tiene su techo que en el dinero que yo me gano”.
Quiero animarle a ustedes las fundaciones que trabajan para construirle casas a las personas y quiero animar a todo el que tiene mucho dinero, que no saben qué hacer con él, que se hagan techos: el dinero no los hará felices, pero dotar de techo a una familia que no lo tiene los hará felices.
Quiero invitar de nuevo a los políticos que recuerden que esa es una de sus tareas: hacer el bien a los demás. La política es un servicio. Lo repetiremos cien veces, mil veces, un millón de veces, hasta que finalmente, aquellos que tienen responsabilidades públicas y políticas de buscar el bien, hagan planes de construcción de viviendas.
Ojalá muchos pudieran empezar antes de llegar al gobierno; que nos den signos de lo que van hacer, ¡empiecen a construir casas! Tanta gente que no tiene techo y lo necesita, y toda la población tiene que hacerlo, cada uno desde su ángulo. Muchos no podrán dar la solución definitiva y total, porque no tienen los recursos necesarios, pero sí harán felices a algunas personas y por lo menos podrán decir con santa Eduviges: “He hecho una casa”.
Encomendamos a santa Eduviges los corazones de aquellos que pueden resolver algún problema al que no tiene techo.