CON MIS OJOS
¿Contra quién es esta guerra?
Cuando llegaron las estadísticas miré dos veces. ¿En solo dos días? Tanta violencia me heló. Los reportes del sistema 9-1-1 para los días 24 y 25 de diciembre dan cuenta de que recibieron 743 llamadas por accidentes de tránsito, 505 por agresiones físicas y 361 por casos de violencia doméstica.
¿Estamos en guerra? ¿Contra quién? ¿Contra nosotros mismos? Desgarra que, justo en la fecha en que deberíamos celebrar a la familia, la violencia se desate y nos lancemos a las calles como energúmenos, agredamos a vecinos y amigos y hasta a nuestras parejas e hijos. ¿Qué nos ocurre? Ayer en la mañana, en Pedro Brand, dos jovencitos cayeron; sus cuerpos fueron destrozados por las balas. Eran dos veinteañeros; la policía los perseguía por crímenes muy serios.
Su familia en Moca, muy distante del estereotipo de hogar disfuncional, vela hoy a dos hijos perdidos que no verán el año nuevo.
¿Qué nos pasa? La violencia, sobre todo la de género, nos viene de tan lejos como las tres carabelas con las que llegó el conquistador que vio en el cuerpo de las aborígenes parte del campo de batalla y en los hombres vestidos con taparrabos a semihumanos a quienes explotó hasta el exterminio.
Tenemos tatuada aún en el alma ciudadana la dictadura asesina trujillista, la banda colorá del balaguerismo y los “intercambios de disparos” que en democracia han sembrado miles de cuerpos bajo tierra.
En Pedro Brand despertaron ayer con el olor a pólvora y bombas lacrimógenas.
Desde las 5:00 de la mañana se desató el infierno que dejó como un colador las paredes de la casa donde se escondían los hermanos López Méndez. También sus cuerpos.
Se acerca el feriado de año nuevo y los números que aportará el 9-1-1 asustan. ¿Qué haremos para detener tanta barbarie?