LÍNEAS DE GUERRA
PRD: Lo mejor para todos
Las hostilidades continúan en el Partido Revolucionario Dominicano. Su liderazgo mayor sigue enfrascado en una lucha por puestos, cuotas e insustanciales ventajas colocando de espaldas a la sociedad al otrora canal de expresión electoral de las fuerzas liberales. Cortos de miras, en su afán por asaltar el poder, los clanes hegemónicos perredeístas desatan una loca carrera por la candidatura del 2012, olvidando que de las prisas sólo quedan el cansancio y los dolores. La dureza de una batalla presidencial hace perder de vista los graves problemas de la gente que quiere soluciones y no aspiraciones extemporáneas. ¿Cómo ejerceremos una “oposición constructiva” si no somos capaces de elaborar un discurso opositor, ni tampoco construir un proyecto de nación? El PRD se debate entre luchas sin sentido, competencias a destiempo y propuestas distantes del país que merecemos. Ni un empresario neoliberal puro y duro como Miguel Vargas, ni un conservador con matices sociales como Hipólito Mejía y sus demás sucedáneos tienen madera para encabezar un proyecto transformador de la realidad social dominicana y mucho menos enamorar al electorado de sus propuestas. Son figuras cansadas, con discursos cansinos. La única salida que tiene el PRD para volver al poder es iniciar un proceso de revisión, rectificación y reimpulso que nos coloque nuevamente al frente de las demandas ciudadanas portando la bandera de una alternativa verdaderamente transformadora que promueva bienestar y desarrollo con equidad social. Ahora es necesario un proyecto que ataque la criminalidad, el desempleo y la corrupción creando un país de oportunidades para los más pobres, combatiendo la exclusión social para que no sea la norma en nuestra sociedad. Sólo el PRD haría victoriosa una oferta de ese tipo. Sin embargo, ninguno de sus aspirantes tiene la validación social, ni la legitimidad ciudadana necesarias para empuñar esas banderas. Sus máculas y déficits ideológicos los desechan para tales fines. Lo mejor para todos es que el candidato presidencial del PRD sea un extrapartido. Es la mejor opción para un PRD con un liderazgo atrofiado ¿qué nombre propongo? Ahora es que voy a pensarlo. Mientras tanto, a mis compañeros de partido pido amor por la Patria, prudencia y buen juicio. Tal vez pido demasiado. Es lo mejor para todos.