EN RELEVO
Ojo con eso
Por su naturaleza vil y cruel el secuestro es un crimen execrable, y la razón por la cual es severamente condenado por todos los sistemas penales del mundo. En la última década este tipo de delito ha tenido instantes de auge, al punto de que en algún momento en República Dominicana pareció establecerse el secuestro como una exitosa “industria”. Sin embargo las autoridades, de forma particular la Policía Nacional, anduvieron prestas a desmontar este proceso en ciernes, creando una unidad antisecuestros que ha demostrado eficiencia en el combate de este crimen. Por ningún motivo quiere esto decir que no existan bandas criminales que se dediquen a secuestrar a ciudadanos con el fin de extorsionar y sacar dinero a sus familiares, pues en el país se producen muchos secuestros, aunque también son muchos los solucionados por la Policía. Pero el viernes pasado se produjo un hecho que debe llamar a la atención de la sociedad y mover a las autoridades a actuar con mayor drasticidad y eficacia. Se trata del secuestro del joven empresario nagüero Eduardo Baldera Gómez. Y aunque al momento de escribir este artículo el caso no ha sido del todo resuelto, ya al menos han sido identificados una buena parte de lo integrantes de esa banda, y aparentemente se tiene hasta la ubicación del joven secuestrado. Lo grave de este asunto es que entre los miembros de esta organización criminal se encuentran militantes de una célula llamada “Comité Nación Solidaria”, que supuestamente y según informes altamente confiables, constituye un grupo orgánico, o al menos con fuertes vínculos con la narco-guerrilla colombiana. Se hace evidente que en el país operan grupos vinculados a estos terroristas colombianos, y que dentro de su agenda está establecer aquí el mismo estado de terror al que tienen sometida a Colombia. Y eso no se puede permitir. Y ahí debe estar atenta la sociedad, para exigir a las autoridades que tomen medidas enérgicas, y hagan lo que tengan que hacer para impedir que estos terroristas, vestidos de pseudos-izquierdistas y luchadores sociales, pongan en práctica en esta media isla sus métodos viles y criminales.