EXPRESIONES
Hasta luego Alerys
Eramos apenas jóvenes adolescentes. Teníamos entre 16 a 18 años. Las ideas de cambios dominaban nuestras cabezas. Las filas del Movimiento Popular Dominicano nos habían acogido para entonces. Cada vez que se organizaba una protesta, un paro de labores, una marcha, Alerys estaba allí, en primera fila. Pasado el tiempo, desgastado el MPD tras la llegada del PRD al poder y fruto de las relaciones que a nivel local, en Tamayo, mantenían ambos grupos, el fenecido líder perredeísta José Francisco Peña Gómez, inició contactos directos de acercamiento con dirigentes emepedeístas tamayenses. Fue así como nos acercamos, más que a esta agrupación, a su incuestionable líder. A partir de entonces Alerys Magdalena Montero comenzó una nueva etapa de proyección pública. No había una sola obra social en la que no prestara su persona para estar al lado de quien necesitara. De profesora se convirtió en la directora del liceo secundario. Allí estaba cuando en 1998 el huracán George casi borra a Tamayo, llenando de lodo y agua el 98% de sus viviendas. Alerys comandó los equipos de rescate. Encabezó las comisiones que rescataron a ancianos, niños y embarazadas del fango y el agua. Llevó frazadas y alimentos a los desvalidos. Pero a medida que salvaba una vida, la de ella se deterioraba. Aquel drama, aquella miseria la atormentaban tanto que sus ideas comenzaron a nublarse. Su razón comenzó a fallar y su cuerpo a flaquear, a pesar de su fortaleza. Desde el pasado domingo el cementerio de Tamayo se abrió para recibir el cuerpo de una persona noble, digna, decente, trabajadora y fiel. Su alma seguirá al lado de los pobres que ella defendía y de ella nos nutriremos quienes seguimos creyendo en la solidaridad. Hasta luego Alerys, no te olvidaremos.