PANCARTA
Senadores no les dan cátedra a los diputados
Senadores y diputados están en la cima de la opinión pública por sus juicios sobre temas constitucionales y otros como el barrilito y el nepotismo que incluye el “crisóstomismo”. En variados círculos se destaca el talento y la creatividad de senadores y diputados para incurrir en travesuras que muchos no admiten como tales, mientras se transan con denominarlas “indelicadezas”. En la abrumadora mayoría de los legisladores, la práctica del nepotismo se admite de malagana o a regañadientes. Lidera la temática callejera la burla de la presidencia del Senado de actuar como si el mal del nepotismo se erradica cancelando 23 botellas. Para cantidad de juristas, tipifica como delito el caso del patrón-senador que cobraba mensualmente 20 mil pesos, “asignados” a la doméstica su casa tras incluir su nombre en la nómina del Senado. Eso sin sumar las falsificaciones, uso de cédula, etc. para ejecutar la bellaquería. Igualmente delictiva se juzga a consenso entre juristas, la acción del senador que usó sin permiso el nombre de la cónyugue de su hijo para el cobro mensual de más 50 mil pesos luego de incluirla en la nómina del Senado. No obstante, se puede asegurar que los senadores no les pueden dar cátedras a los diputados. Además del rosario que ellos llaman “debilidades”, saltan a la palestra casos como el citado “crisóstomazo” y el escándalo de las exoneraciones. Recorren el país listas de diputados que piden exoneraciones para autos superlujosos: Bentley Continental, Rolls Royce Phantom, Mercedes Benz Maybach, Ferrari Escudera, Porsche GTZ, Ferrari F-430, Lamborghini Gallardo. Para la venta, o uso personal, las exoneraciones solicitadas son un bochorno de marca mayor. Y que conste: Los diputados dicen desconocer al hombre del Maletín.