Piano celebra cinco años de sabores con un menú renovado

De Cerca

Celeste Pérez.

Celeste Pérez.Víctor Ramírez/LD

Cuando recibí, del equipo Maeno & Co., la invitación para estar de cerca en la celebración del quinto aniversario del restaurante Piano, sabía que podía esperar mucho más que una cita gastronómica. Y así fue. En el encuentro todos los detalles fueron tomados en cuenta para hacer del festejo una experiencia única, donde el gran protagonista fue el nuevo menú de aniversario. 

Cada detalle reflejaba la calidez de Piano, desde el saludo personalizado del chef y propietario Alberto Jiménez, la ambientación íntima y elegante, hasta la selección musical en vivo que acompañaba los platillos, todo estaba pensado para que los invitados disfrutáramos de una velada memorable. 

La atención impecable del equipo, sumada a la pasión con la que el chef Jiménez describía cada creación, hacía evidente que el objetivo no era solo degustar un nuevo menú, sino vivir una experiencia donde cada momento, y cada sabor se conectaban fusionando tradición e innovación de forma perfecta. 

Lo primero que llamó mi atención fue la atención al detalle y la creatividad con la que cada plato fue concebido. Desde las entradas hasta el postre, cada bocado era una sorpresa que despertaba los sentidos. Comencé con el Spicy Tuna, un tartar de atún que, con su alioli de sambal, reducción de naranja y jengibre, logró un equilibrio perfecto entre lo picante y lo fresco. Me atrevo a decir que esta combinación con el pavé de papa fue uno de los momentos más memorables de la noche. Luego llegaron los Lamb Egg Rolls, una explosión de sabor con el cordero especiado, el queso feta y la salsa tzatziki que bordeaba el plato de manera excepcional. A medida que avanzaba la velada, las sorpresas seguían llegando. El Glazed Pork Belly acompañado de una refrescante ensalada de hierbas y manzana, ofreció una textura crujiente y glaseada que resaltaba los sabores de manera impecable. Sin embargo, fue cuando llegaron los platos principales que comprendí la verdadera maestría del chef Jiménez.

Chicken Roulade, para los amantes de la carne, rellena de tocineta, espinacas y provolone, bañada en una sedosa salsa 4 Formaggi. Y para los amantes del pescado, la Lubina al Forno con su beurre blanc de naranja y estragón fue simplemente sublime: cada bocado te transportaba a un rincón diferente del Mediterráneo. Y para que el “pecado” sea recordado, llegó el postre: un Tres Leches de aceite de oliva. Suave, ligero, pero lleno de sabor, es una de esas reinterpretaciones que sorprende y enamora. A pesar de ser un clásico, logró mantener la esencia del plato mientras añadía un toque inesperado. 

"Este es solo el comienzo de un camino que, con la bendición de Dios, continuará, y es el cambio más significativo que hemos hecho hasta ahora en el menú, con más de 20 nuevos platos", puntualizó el chef Alberto Jiménez. 

Y, después de haber degustado esta nueva propuesta del restaurante Piano, no puedo más que decir que cada plato es una invitación a regresar. La creatividad, el respeto por los ingredientes y la capacidad de sorprender al comensal hacen de este restaurante un epicentro gastronómico que todo amante de la buena mesa debería conocer.

¡Hasta el lunes!

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