Apuntes del Este…
Confesiones de Julio Iglesias
De recuerdos y anécdotas con figuras y famosos del mundo que han optado por visitar o residir en la Región Este, conservo una especial, gracias a mis afanes periodísticos; las de Julio Iglesias, no han sido la más impactantes, la más sobresalientes, pero sobresalen.
No me voy a referir, a lo conocido por todo el mundo de este trascendental y querido artista, quien la primera vez que estuvo en la República Dominicana, en el Hotel Lina, cobró RD$ 3 mil pesos. Tampoco a su pasión por Punta Cana, ni a los besos que suele repartir entre sus coristas y el que se le acerque en sus conciertos.
Con este ‘tío’, que tantos millones siguen su carrera, he tenido varias oportunidades de conversar y entrevistarle; de las que me quedaron varias respuestas como lección, sobre todo cuando en su villa en Corales de Punta Cana, le hice una exclusiva para LISTIN, previo a un concierto que protagonizaría en Altos de Chavón. Una hermosa irlandesa, de ojos azules y larga cabellera, me recibió. Era una de sus asistentes; con toda la delicadeza y atenciones del mundo. La entrevista estaba coordinada. Llegué a la puerta de la villa, 30 minutos antes, con mi primo Juan, quien me esperó en un salón, donde fue llevado, con música y brindis ‘a cuerpo de rey’.
Lo grabé y anotaba. Él siempre quiso evitar el rigor y la formalidad. De las primeras respuestas, me dijo: “No hay que ser el primero en la escuela, para ser presidente de la República”, refiriéndose al sitial mundial que ha alcanzado, en el mismo contexto en el que me respondió: “cantante como yo, hay un millón; pero que canten como yo,ninguno”, enfatizando que la clave, en su caso era la intensidad y el estilo.Siguieron las preguntas, mientras pensaba las respuestas. “yo, no he sido buen padre, porque no he llevado y buscado mis hijos a las escuelas” e indicarme que: “Ver varias generaciones de 19, 36 y 65 años aplaudiéndome, es mi mayor satisfacción. Saber que con los años, me duele, el pie, el brazo, pero no el alma, ahí está la clave”.
Iglesias, nacionalizado dominicano, tiene a España como el país perfecto, a pesar de la crisis. Me contestó:” “No me faltan muchas cosas por hacer, pero me gustaría que me faltaran”, para agregar: “si me retiro, me muero. No entiendo la vida de otra manera, que no sea cantando”.
Confesó que nadie le había preguntado nunca, si creía en la reencarnación, lo que contestó afirmativamente e indicó que sentía fobia de la muerte y de que llegara en el momento, en el que tiene tantas experiencias, lo que evaluó ‘absurdo’. Quien gusta mirar la gente a los ojos, cree que: “la magia es válida cuando es natural y los trucos, duran poco tiempo”, respecto a su permanencia en el arte.
Sobre las razones por la que prefirió este país, entre tantos en el mundo, para criar sus gemelos y permanecer varias veces al año, en aquella ocasión, Julio Iglesias me respondió textualmente: “Este país, lo quiero gratis, vivo aquí porque la gente me quiere, conozco la gente …porque amo este país, por su gente”. No más preguntas, honorable magistrado!.