Estados Unidos permitiría atletas trans, pero con algunas excepciones

No obstante, debe someterse a un largo proceso de aprobación, y es casi seguro que enfrentará desafíos

A las escuelas y universidades de Estados Unidos no se les permitiría promulgar prohibiciones absolutas para deportistas transgénero según una propuesta publicada el jueves por el gobierno del presidente Joe Biden, pero los equipos podrían crear algunos límites en ciertos casos, por ejemplo, para garantizar la justicia.

La regla propuesta constituye un contragolpe político a una ola de estados gobernados por republicanos que han tratado de prohibir que deportistas trans compitan en deportes escolares que se alinean con su identidad de género. Si se la sanciona, la propuesta se consagraría como una disposición del Título IX, la histórica legislación de equidad de género promulgada en 1972.

No obstante, debe someterse a un largo proceso de aprobación, y es casi seguro que enfrentará desafíos. Si bien los opositores criticaron duramente la propuesta, a algunos defensores de deportistas transgénero les preocupaba que no llegara lo suficientemente lejos.

La propuesta se da el mismo día en que la Corte Suprema dijo que una niña transgénero de 12 años en Virginia Occidental puede seguir compitiendo con los equipos de pista y campo traviesa de su escuela secundaria mientras continúan las batallas legales sobre la ley transgénero del estado. La ley prohíbe la participación de las atletas transgénero en equipos femeninos.

En total, al menos 16 estados tienen ahora prohibiciones vigentes que cubren cuando menos los deportes interescolares de secundaria. Algunos también se extienden a deportes intramuros, de clubes o universitarios. Los tribunales han suspendido la aplicación de prohibiciones en por lo menos otros tres estados, y uno más ha adoptado una prohibición que entrará en vigor hasta julio.

Bajo la regla propuesta por el Departamento de Educación, ninguna escuela o universidad que reciba fondos federales podría imponer una política de “talla única” que prohíba categóricamente a estudiantes trans jugar en equipos deportivos compatibles con su identidad de género. Dichas políticas se considerarían una violación del Título IX.

Aún así, la propuesta deja espacio para que las escuelas desarrollen reglas de elegibilidad para los equipos que, al final, podrían resultar en restricciones en torno a la participación de atletas trans.

Eso se permitiría solo si sirve a “objetivos educativos importantes”, como la justicia en la competencia y la reducción de riesgos de lesiones.

Cualquier límite tendría que considerar el deporte, el nivel de competencia y la edad de los estudiantes. A estudiantes de escuela primaria generalmente se les permitiría participar en cualquier equipo acorde con su identidad de género, por ejemplo. Los equipos más competitivos en las escuelas secundarias y universidades podrían añadir límites, pero estos se desaconsejarían en los equipos que no tienen pruebas eliminatorias ni cortes.

“Todos los estudiantes deberían poder tener la experiencia completa de asistir a la escuela en Estados Unidos, incluida la participación en deportes, libre de discriminación”, dijo Miguel Cardona, secretario de educación de Biden, en un comunicado.

El gobierno de Biden utilizó la “competencia justa” como criterio, que ha sido parte del debate tanto en Estados Unidos como a nivel mundial. Pero los funcionarios no ofrecieron detalles sobre cómo se podría hacer esto.

De las decenas de millones de estudiantes de secundaria en Estados Unidos, alrededor de 300.000 jóvenes de entre 13 y 17 años se identifican como transgénero, según un estudio de 2022 del Instituto Williams, un grupo de expertos de la Universidad de California Los Ángeles centrado en la investigación de temas y políticas LGBTQ+. La cantidad de deportistas dentro de ese grupo es mucho menor; una encuesta de 2017 realizada por Human Rights Campaign (Campaña de Derechos Humanos) sugirió que menos del 15% de todos los jóvenes transgénero practican deportes.

Cuando se le preguntó sobre la propuesta, Bobbie Hirsch, un hombre transgénero y estudiante de segundo año en el equipo de esgrima masculino de Wayne State, dijo que “cualquier cosa ayuda”. Pero temió que la redacción de la regla facilitara que las escuelas dijeran a deportistas transgénero que no pueden jugar en un equipo. “Esa es la dirección en la que han ido las cosas”, comentó en una entrevista telefónica.

Hirsch compitió en el equipo femenino en la temporada 2021-22 y comenzó su transición social en la escuela secundaria y médicamente el verano pasado.

Eli Bundy, residente transgénero de 18 años de Charleston, Carolina del Sur, dijo haber acogido con beneplácito la propuesta sin llegar a celebrar. “Me cuesta mucho sentir alivio cuando suceden cosas positivas a nivel nacional, porque todavía hay muchas cosas a nivel estatal de la Legislatura de Carolina del Sur que son antagónicas y envían un mensaje verdaderamente dañino a los jóvenes trans”, dijo Bundy, quien declaró en 2021 contra la prohibición estatal de la participación de estudiantes transgénero en deportes de niñas o mujeres en escuelas y universidades públicas.

Cuando se le preguntó acerca de las prohibiciones estatales vigentes actualmente, un funcionario sénior del Departamento de Educación que informó a los reporteros bajo condición de anonimato dijo que el Título IX es la ley del país y que los funcionarios trabajarían para garantizar que se cumpla en todos los estados.

En el caso de Virginia Occidental, la Corte Suprema se negó a anular una orden de la corte de apelaciones que posibilitó que la niña Becky Pepper-Jackson continuara con su participación en los equipos de su escuela. La ley estatal sobre deportistas transgénero define a hombres y mujeres con base en la “biología reproductiva y la genética al nacer” del estudiante. Aplica en las escuelas intermedias y secundarias, así como en las universidades.

En otros lugares, los legisladores republicanos insistieron en que tenían derecho a establecer políticas en sus estados. El gobierno de Biden hizo su anuncio un día después de que los legisladores de Kansas lograran anular el tercer veto de la gobernadora demócrata Laura Kelly en tres años a un proyecto de ley para prohibir que las deportistas transgénero participen en deportes de niñas y mujeres.

“¿En qué punto el gobierno federal no entiende la Constitución de Estados Unidos que dice que tenemos los derechos de los estados?”, dijo la representante estatal republicana Brenda Landwehr, de Wichita. “Podemos tomar decisiones por nuestra cuenta”.

Los críticos argumentan que las deportistas transgénero tienen una ventaja sobre las mujeres cisgénero en las competencias. El año pasado, Lia Thomas se convirtió en la primera mujer transgénero en ganar un título de natación de la NCAA. Sin embargo, el organismo rector de los deportes universitarios adoptó un enfoque deporte por deporte para atletas transgénero en enero de 2002, aunque recientemente la junta de la NCAA decidió que no se implementará por completo hasta 2023-2024.

La NCAA emitió un comunicado el jueves por la noche que decía: “La política actual de participación de estudiantes atletas transgénero de la NCAA se alinea con el movimiento olímpico y equilibra la justicia, la inclusión y la seguridad para todos los estudiantes atletas. Esa política permanece vigente mientras se desarrolla el largo proceso regulatorio del Título IX”.

Al mismo tiempo, los organismos rectores del deporte internacional instituyen políticas que prohíben efectivamente que la gran mayoría de las mujeres trans participen en eventos de atletismo y natación.

Donna de Varona, dos veces medallista de oro olímpica en natación y miembro del Women’s Sports Policy Working Group (Grupo de Trabajo de Política Deportiva Femenil), dijo que su esperanza es dar con un “enfoque matizado” para encontrar un espacio para atletas transgénero y a la vez permitir que el Título IX se asegure de que las niñas y las mujeres tengan “justicia, oportunidad y seguridad”.

“Hay mucho espacio. ... ¿Por qué tiene que ser en la categoría femenil? Ya comprometen nuestros derechos reproductivos y ahora tenemos el otro espectro con los deportes”, dijo de Varona en una entrevista telefónica.

Sasha Buchert, abogada sénior de Lambda Legal y directora del Nonbinary and Transgender Rights Project (Proyecto de Derechos Transgénero y No Binarios) del grupo, dijo que la regla propuesta brindaba un “reconocimiento fundamental de la importancia de participar en deportes para jóvenes transgénero”. A su vez, expresó su preocupación sobre si eliminaría la discriminación contra estudiantes transgénero.

Pero un abogado de corredores cisgénero denunció la propuesta como “una bofetada a las atletas mujeres que merecen igualdad de oportunidades para competir en sus deportes”.

“La reforma del Título IX por parte del gobierno de Biden degrada a las mujeres y les dice que sus objetivos deportivos y ubicaciones no importan”, dijo Christiana Kiefer, asesora principal de la Alliance Defending Freedom (Alianza Defendiendo la Libertad). Representó a las corredoras de Connecticut que demandaron por la participación de dos niñas transgénero en eventos de atletismo.

El gobierno de Biden ha convertido en una prioridad el reforzar los derechos de los estudiantes trans. El año pasado, propuso una regla federal separada que, por primera vez, extendería los derechos del Título IX a los estudiantes LGBTQ+, y los protegería ampliamente de la discriminación en la educación.

Se espera que esa regla —que generó más de 240.000 comentarios del público y una fuerte oposición de los conservadores— se sancione el próximo mes.

La nueva propuesta no ofrece ejemplos de límites aceptables que podrían establecerse en los deportes escolares, pero aclara que las restricciones no pueden dirigirse únicamente a los estudiantes trans. Se permitiría que las escuelas naveguen por ese complicado terreno legal, con el conocimiento de que cualquier violación podría dar lugar a una investigación o demanda federal de derechos civiles.

Las escuelas que elijan imponer límites deben “minimizar los daños” a estudiantes que pierdan oportunidades deportivas, dice la propuesta. Si una escuela puede alcanzar objetivos como la justicia de manera que causen menos daño, entonces se podría considerar que la escuela viola el Título IX.

“Impedir que los estudiantes participen en un equipo deportivo acorde con su identidad de género puede estigmatizarlos y aislarlos”, según antecedentes informativos proporcionados por el gobierno. “Esto es diferente de la experiencia de un estudiante que no es seleccionado para un equipo en función de sus habilidades”.

Las escuelas que violen el Título IX pueden enfrentar sanciones de hasta la pérdida total de los fondos federales, aunque ninguna escuela ha recibido nunca ese castigo.