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Al menos 4 millones de niñas en el mundo pasan cada año por la mutilación genital femenina

Esta práctica, que responde a la tradición y a los sistemas de creencias, no necesariamente vinculada a rasgos culturales o religiosos, es considerada una violación a los Derechos Humanos

Mutilación femenina.

Mutilación femenina.

Este 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero contra la mutilación genital femenina (MGF), una jornada de concienciación a nivel mundial que recuerda la importancia de seguir en la lucha y dirigir los esfuerzos a erradicar para siempre esta práctica nociva, la más brutal forma de violencia de género que se puede ejercer contra mujeres y niñas, como coinciden en denunciar varias ONG.

Estas organizaciones calculan que hay más de 200 millones de mujeres en el mundo viven hoy con las secuelas de la mutilación genital femenina (MGF) y, según la ONU, cerca de cuatro millones de niñas sufren cada año la amputación total o parcial de sus órganos genitales, una experiencia que acarrea terribles consecuencias, tanto físicas como psicológicas, y que las marcará de por vida. Además, denuncian en España hay más de 70.000 mujeres que provienen de regiones en las que la MGF está ampliamente extendida.

Organizaciones como Amref Salud África trabajan en el terreno con proyectos para erradicar esta práctica. Según esta ONG, el 90% de las niñas nacidas durante la aplicación del proyecto 'Poner fin a la Mutilación Genital Femenina en Afar' están libres de esta lacra. Además, en los dos últimos años la disminución de esta costumbre, en niñas menores de dos años de edad se redujo del 89,7% al 14,2%.

Por otro lado, también ha dado a conocer que unas 47.912 personas se beneficiarán de dos proyectos que la ONG ha desarrollado en la región de Afar (Etiopía) y en la ciudad de Kolda (Senegal) para apoyar a las respectivas comunidades a poner fin a la Mutilación Genital Femenina.

"Al octavo día de su nacimiento mi hija fue circuncidada. Se puso enferma y murió. Desde entonces he estado pensando en hacer algo para poner fin a esta práctica. Fue impactante verla sufrir durante la escisión", rememora Usman Mohammed, un líder religioso de Afar donde se ha producido un proceso de transformación y cooperación social protagonizado por los líderes comunitarios, las autoridades y el resto de los ciudadanos.

Mientras, en Kolda (Senegal) ha emergido un liderazgo juvenil que se está encargando de deconstruir los imaginarios en torno a la ablación a la vez que crea conciencia sobre el derecho a la salud y la integridad de las niñas y mujeres, a través de un activismo que atiende a las especificidades y formas de su cultura y tradiciones.

"Yo sufrí la escisión pero mi hija no sufrirá jamás esta injusticia", relata la joven activista senegalesa, Mariama S. Kantó, que actualmente ejerce como una agente transformadora de cambio.

Amref Salud África también recuerda que trabaja para fortalecer el liderazgo de las mujeres para poner fin a este tipo de violencia entendida como todos los procedimientos que involucran la extirpación parcial o total de los genitales femeninos externos, en niñas entre los 0 y los 15 años de edad antes de su primera menstruación, de forma intencional y por razones no médicas.

Esta práctica, que responde a la tradición y a los sistemas de creencias, no necesariamente vinculada a rasgos culturales o religiosos, es considerada una violación a los Derechos Humanos, la salud y la integridad de las niñas y mujeres.

Además, en el Día Internacional de Tolerancia Cero Contra la Mutilación Genital Femenina, Amref Salud África lanza una campaña para sensibilizar sobre la mutilación y elevar las voces de todas las niñas y mujeres que han sufrido o están en peligro de sufrir la mutilación.

Mitos como el de que la mutilación genital femenina se lleva a cabo en todos los países de África y solo en este continente, que es una práctica obligada por la religión, que garantiza la higiene o que es equiparable a la circuncisión masculina son algunos de los supuestos que la ONG Médicos del Mundo trata de desmontar en el marco de su trabajo de más de dos décadas para prevenir y erradicar esta práctica.

En 2022, Médicos del Mundo atendió a 735 personas y llevó a cabo 3.344 intervenciones sociales, 421 psicológicas y 249 actuaciones sanitarias en el marco de sus proyectos de prevención y erradicación de la mutilación.

La ONG sanitaria trabaja en prevención de la MGF en Aragón, Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Euskadi y Navarra. Sus equipos en estas nueve comunidades autónomas realizaron 56 talleres grupales en los que participaron un total de 1.211 personas, además de otros 265 talleres individuales. De igual modo, hicieron 627 mediaciones. 97 acompañamientos y 280 derivaciones a recursos públicos y privados.

"ENTRE TODOS PODEMOS HACER UN CAMBIO" Desde Save a Girl Save a Generation y Mundo Cooperante, con el apoyo del Ministerio de Igualdad, han organizado esta semana en Madrid una jornada participativa sobre mutilación genital femenina, con el lema 'Lazos de confianza: buenas practicas para el diálogo y el apoyo a supervivientes de mutilación genital femenina', en el que participaron profesionales del sector socio-sanitario, así como periodistas, activistas expertas en mutilación genital femenina y agentes de cambio del Programa Europeo Chain.

"Falta apoyo por parte de los gobiernos y ayuntamientos en aras de avanzar hacia un cambio. Las mujeres que llegan mutiladas sienten que se las trata de forma diferente. Buscan y necesitan apoyo psicológico, que alguien les diga que no están solas, que pueden salir adelante, que entre todos podemos hacer un cambio", relató Sulekha Ismail, superviviente y agente de cambio de Save a Girl Save a Generation, entre otros testimonios.

En la misma línea, la Red Estatal 'Libres de Mutilación Genital Femenina' ha reclamado al Gobierno la puesta en marcha de un protocolo insterinstitucional y multidisciplinar que garantice la atención a las mujeres que residen en España y que pertenecen a una comunidad afectada por esta práctica violenta, entre otras demandas. Actualmente, según la entidad, el único protocolo que existe para estas víctimas es sanitario y este no se revisa desde 2015 y no cuenta con datos para su medición.