FAO reúne a Latinoamérica y el Caribe para impulsar la agricultura familiar
Altos representantes de 24 países de Latinoamérica y el Caribe se reúnen desde este lunes en la sede regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Santiago de Chile para promover la integración e impulsar las políticas de estado en torno a la agricultura familiar, clave para afrontar el cambio climático y la inseguridad alimentaria.
El encuentro, que se prolongará hasta el próximo miércoles y se compone de dos seminarios complementarios, es el primero de estas características desde el estallido de la pandemia y busca relanzar la Agenda del Decenio de Naciones Unidas para la agricultura Familiar, explicó a EFE Mario Lubetkin, representantes regional de la FAO para América latina y el Caribe. "A nivel global, la agricultura familiar representa más del 90 % de las exportaciones agropecuarias, ocupa cerca del 75 % de la superficie agrícola y produce más del 80 % de los alimentos en términos de valor", explicó. "Significa algo que hoy representa un porcentaje muy alto a nivel de la producción, inclusive de la comercialización. La suma de todos los actores de la agricultura familiar va mucho más allá de lo que el ciudadano piensa y significa (mucho) para la economía y para la agricultura del mundo entero", agregó Lubetkin. Es por ello que la FAO, como actor regional, pretende ser un vehículo que ayude a los gobiernos a integrarse y a compartir sus experiencias positivas en este sector en busca de una acción más dinámica que permita eludir la pobreza y generar herramientas de lucha contra la emergencia climática y la inseguridad alimentaria. PRIMER GRAN FORO POSPANDEMIA En este contexto, ministros de Agricultura y altos representantes de los 24 países presentes debatirán medidas para afianzar en sus territorios la agricultura familiar que, con un fuerte arraigo regional, ayuda a fortalecer las economías locales y reducen los niveles de desnutrición a través de dos eventos simultáneos. El Encuentro Latinoamericano y Caribeño en el marco del Decenio de la Agricultura Familiar, arrancó este lunes, y la II Conferencia de Agricultura Familiar del Mercosur Ampliado, comienza mañana martes al concluir el primero. Según Lubetkin, ambos encuentros servirán para fortalecer la agenda de los países participantes en mejorar la agricultura familiar y buscar soluciones concretas que transformen los sistemas agroalimentarios de la región en un modelo con mayor presencia de la producción local. De acuerdo con datos de la FAO, el 80 % de las personas que padecen de inseguridad alimentaria viven en zonas rurales y dependen de la pequeña producción agrícola para subsistir y evitar la desnutrición. El sector agroalimentario de Latinoamérica y el Caribe tiene retos propios, derivados de su estructura, pero sigue siendo vital, subraya la FAO, para el suministro global de alimentos, ya que la región que produce una parte importante de frutas, verduras, carnes y sojas que se consumen en el mundo. La crisis de la covid-19 ya impactó gravemente la región: con un 8,4 % de la población global, acumuló el 29 % de las muertes confirmadas en el mundo por el virus; y el alza de precios de materias primas por la invasión rusa en Ucrania agravó los problemas, porque es una región mayormente importadora de trigo. 17 MILLONES DE PRODUCTORES La agricultura familiar, añade la FAO, aglutina el 81 % de las explotaciones alimentarias en América Latina con 17 millones de productores, pero su acceso a tierras es desigual en comparación con los grandes productores: el 1 % de los explotadores más grandes concentra la mitad de las tierras. El crédito tampoco llega a la mayoría de las explotaciones de agricultura familiar, con un 88 % que carece del acceso a financiación externa, lo que dificulta su desarrollo e inserción en los mercados. En este marco, FAO advierte de que la agricultura familiar debe ser parte de las estrategias de los países latinoamericanos en el desarrollo del sector agropecuario, para insertar los pequeños productores en los mercados, asegurar la oferta de productos frescos a nivel local y luchar contra el cambio climático.