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Mantiene política contra Covid pese a las protestas

Argentina. Durante su campaña, Biden dijo que desarticularía algunas de las medidas del embargo, pero hasta ahora no ha habido cambios.

Una mujer grita durante una protesta en Pekín el domingo pqasado. Las autoridades chinas suavizaron las medidas contra el virus en algunos lugares pero se reafirmaron hoy en la rígida estrategia “cero COVID” del país, ayer. AP

Una mujer grita durante una protesta en Pekín el domingo pqasado. Las autoridades chinas suavizaron las medidas contra el virus en algunos lugares pero se reafirmaron hoy en la rígida estrategia “cero COVID” del país, ayer. AP

Las autoridades chinas suavizaron las medidas contra el virus en algunos lugares pero se reafirmaron ayer lunes en la rígida estrategia “cero COVID” del país, después de que una multitud reclamara la renuncia del presidente, Xi Jinping, en protestas contra los controles que confinan a millones de personas a sus hogares.

El gobierno no hizo comentarios sobre las protestas o las críticas a Xi, la demostración más amplia en décadas de oposición al Partido Comunista, que gobierna el país. No había datos oficiales sobre cuánta gente fue detenida después de que la policía empleara gas lacrimógeno contra los manifestantes en Shanghái y tuviera problemas para contener las protestas en otras ciudades, como Beijing, la capital.

El gobierno de la ciudad de Pekín anunció que ya no colocaría puertas de acceso en bloques de apartamentos donde se detectaran contagios. No mencionó un letal incendio la semana pasada que desencadenó las protestas, después de que la gente preguntara indignada en internet si los bomberos o la gente que trataba de escapar habían encontrado puertas bloqueadas u otras medidas contra el virus.

“Despejados”

“Los accesos deben permanecer despejados para traslados médicos, huidas de emergencia y rescates”, dijo Wang Daguang, funcionario municipal al cargo de control de epidemias, al medio oficial China News Service.

La política de “cero COVID”, que aspira a aislar a todas las personas infectadas, ha ayudado a mantener cifras de contagios en China más bajas que en Estados Unidos y otros países grandes. Pero en algunos lugares la gente se ha visto confinada en casa durante hasta cuatro meses y ha habido quejas de suministros irregulares de comida.

El gobierno prometió el mes pasado reducir las complicaciones con cambios en las cuarentenas y otras medidas. Pero el descontento va en aumento tras un brote de contagios que obligó a las ciudades a estrechar sus controles, lo que provocó quejas de que el exceso de celo en la lucha contra el público perjudica a la población.

La cifra de casos diarios subió el lunes a 40.347, incluidos 36.525 sin síntomas.

El periódico del partido gobernante, el People’s Daily, pidió que la estrategia contra el virus se aplicara con eficacia, lo que apuntaba a que el gobierno de Xi no tenía planes de cambiar de rumbo.

Los hechos han demostrado que cada versión del plan de prevención y control ha resistido la prueba de la práctica”, escribió un columnista del diario.

Ahorrar recursos

También ayer lunes, la metrópolis comercial y manufacturera de Guangzhou, en el sur, y donde se concentran ahora los contagios, anunció que algunos vecinos ya no tendrían que pasar por pruebas masivas, algo que atribuyó a la necesidad de ahorrar recursos.

Las protestas se extendieron al menos a ocho grandes ciudades después de que al menos 10 personas murieran el jueves en el incendio de un edificio de oficinas en Urumqi, en la región noroccidental de Xinjiang.