Argentinas gritan fuerte "Ni una menos" frente a tribunales
Luego que la justicia y la policía de Argentina desoyeran los pedidos de ayuda de una joven que fue asesinada por su expareja, el movimiento “Ni una menos” se movilizó el miércoles frente a los tribunales de todo el país para exigir que se tomen en serio las denuncias de las mujeres por violencia machista.
Ese colectivo de organizaciones feministas que desde 2015 protagonizan multitudinarias manifestaciones callejeras en el país sudamericano, llevó a cabo una acción artística sobre mujeres asesinadas frente a la sede del Poder Judicial de la Nación en el centro de la capital.
Una decena de activistas se echaron al suelo dentro de bolsas de nylon con pintura roja sobre ellas. “Basta”, decían dos carteles a su lado, como una forma de alertar sobre la desprotección de las mujeres que tienen el valor de denunciar a sus agresores.
Casi medio centenar de femicidios se cometieron en lo que va de 2021. Un caso que conmocionó especialmente a la opinión pública fue el de Úrsula Bahillo, una joven de 18 años que fue asesinada el pasado 8 de febrero. Por el crimen está detenido su expareja, un policía con licencia psiquiátrica al cual había denunciado en reiteradas oportunidades por agresiones, pero ni la justicia ni las fuerzas de seguridad la tomaron en serio.
“La víctima está sola frente a la policía -que nos toma por locas- y a una justicia que no escucha”, expresó “Ni una menos” en un documento. “Con suerte, consigue que se dicten medidas de protección: para todas las mismas. Botón antipánico -si hay-, restricción de acercamiento para el violento. ¿Quién controla que se cumplan las medidas? Las víctimas. Y cuando se violan... y accionan el botón antipánico les dicen que no pueden hacer mucho”.
A la manifestación asistieron Patricia Nasutti y Adolfo Bahillo, padres de la joven. Ambos sostuvieron un cartel con la fotografía de su hija y el pedido de justicia. La pareja fue recibida más temprano por el presidente Alberto Fernández, quien se comprometió a impulsar reformas para dar respuesta a los casos de violencia extrema contra las mujeres.
Las protestas se replicaron frente a los tribunales de todas las provincias