El zen en la vida moderna: cómo encontrar equilibrio en un mundo agitado

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El zen es una práctica espiritual y filosófica que se ha extendido por todo el mundo y ha influenciado diversas áreas, como el arte, la cultura y la psicología. Algunos beneficios del zen para el ser humano incluyen la reducción del estrés y la ansiedad, el aumento de la claridad mental y la concentración, el fomento de la compasión y la empatía, y el desarrollo de una mayor conciencia de uno mismo y del entorno. Practicar el zen puede ayudar a mejorar la salud mental y emocional, así como a promover un sentido de paz interior y bienestar.

Saludamos el auge que ha adquirido en el mundo científico el zen, disciplinas y prácticas que hasta hace poco fueron excluidas en muchas culturas por luchas de poder e ignorancia.

Para adentrarnos un poco en el zen nos asistimos de Wilber Castellón, doctor en psicología de la salud y la familia, con un máster en salud mental y técnicas psicoterapéuticas por la Universidad de Deusto y la Fundación Vasca para la Investigación en Salud Mental en Bilbao, España, maestro en técnicas de terapia cognitiva conductual y maestro zen, quien considera que el ser humano ha perdido el rumbo, desde hace muchos años ha prevalecido una lucha de poder, encajar diferentes necesidades humanas es sumamente complejo, en las civilizaciones hay siempre jerarquías, hay ansias de poder y deseos de dominación de unos a otros.

Castellón expresa que cuando eso es alimentado en exceso se pierda la esencia natural del ser humano. Erich Fromm hablaba del estado de separatividad, somos materia y espíritu en un estado de separación, la parte material, física, corporal y espiritual o más abstracto, por lo que debemos acercar ambas esferas, lo material y lo espiritual. Declara que el zen ayuda con el objetivo último por el cual vivimos: transparentar el ser y ampliar la consciencia, es eso nada más. En ese sentido, Fromm afirmaba que muchos mueren sin haber nacido, es decir, sin haber alcanzado esperas transpersonales de consciencia, sin haber evolucionado.

¿Qué propone el zen, una disciplina cuyo origen se pierde en la noche del tiempo? Castellón explica que el zen unifica, transciende la disonancia, la separación entre el yo-tú, sujeto-objeto. Para darnos cuenta de que todos los seres vivos somos uno, estamos conectados con el cosmos, con el universo, de ahí se revela “el infinito en la palma de tu mano”. Superar la dualidad. Eso es justamente lo que se experimenta. Cuando accedes a las esferas transpersonales de conciencia, te das cuenta de que todos somos “uno”.

En resumen, el zen es una práctica profunda y significativa que puede tener efectos positivos en la vida de las personas. Su enfoque en la meditación y la atención plena ofrece beneficios tangibles para la mente, el cuerpo y el espíritu, ayudando a cultivar una mayor armonía y equilibrio en la vida cotidiana. La utilización del zen entre médicos, psiquiatras y otros terapeutas de la conducta está en creciente aumento. ¡Albricias! 

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