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Nicolás Kaidussis aprendió a bailar desde la lejanía

XIOMARITA PÉREZ

XIOMARITA PÉREZArchivo LD

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Xiomarita PérezSanto Domingo, RD

Mientras estuve en el 2020 en Panamá Nicolás Kaidussis, un portugués que vive en Suecia, me contactó para que cuando estuviera en RD le enseñara a bailar. Así acordamos. Él vendría en sus vacaciones para conocer y aprender la cultura musical y bailable de nuestro país.

En el mes de marzo de ese mismo año regresé a Santo Domingo, coincidiendo con la pandemia y antes de partir a mi país él me llamó con el objetivo de impartirle las clases virtuales, en vista de que ya no iba a ser posible hacerlas presenciales. Noté mucha tristeza porque la forma en que me abordó fue pensando que le iba a decir que no, y sin pensarlo le dije que sí, ya que observé mucho entusiasmo de aprender.

Le había comentado que solo le enseñaría merengue, salsa y bachata. Iniciamos el 2 de abril de 2020, diagnosticándole dificultad en una rodilla; en la segunda sesión, día 3 de abril, fue la identificación de compases y pasó la prueba de audición, porque normalmente a los extranjeros desde pequeños les enseñan educación musical.

Le impartí seis clases más enfocadas en la cintura y los pies y salió a camino, tanto que hizo un video dando testimonio de su experiencia con su profesora. No fue tan fácil, porque Nicolás habla portugués y algunas veces no escuchaba bien, además la cultura diferente, pero lo más importante fue la paciencia que tuvo para repetir algunos pasos, enfocando la cámara en la cintura, luego en los pies, de espaldas, de frente, resultando un buen alumno enfocado, disciplinado, entusiasmado y receptivo.

Cuando se quiere se puede. Fueron doce clases teórico-prácticas y Nicolás no solo tiene el criterio del baile, sino que participó durante la pandemia en las charlas virtuales de música, baile y gastronomía, aportando sobre las costumbres y las tradiciones del país que lo ha acogido por 30 años.

Lo único que falta es juntarnos aquí, en RD, o en Suecia para conocerlo, también a su esposa Annie, sus hijos y perfeccionar los movimientos, además de enseñarle unos cuantos trucos para desenvolverse en una pista de baile.

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