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SALUD

Psicoeducación: el derecho que tiene el paciente y su familia de saber lo que padece

Las intervenciones familiares han demostrado ser una de las modalidades de tratamiento disponibles más consistentemente efectivas.

Las intervenciones familiares han demostrado ser una de las modalidades de tratamiento disponibles más consistentemente efectivas.

Educar y comunicar a los pacientes y familiares sobre alguna enfermedad mental, y las opciones de tratamiento que existen para esta, es un derecho que les asiste y, de informarlo se encarga la psicoeducación, que es una adecuada práctica en salud mental.

Así lo comunica el doctor Luis Geraldino, médico psiquiatra, quien sostiene que este tipo de programas ofrecen información específica de la condición, que puede ir desde la identificación temprana de síntomas hasta los manejos de estos o las recaídas.

“Entre otros detalles a trabajar, se encuentra el desarrollo de un estilo de vida saludable, capacitación en habilidades de resolución de problemas y comunicación, identificación de factores estresantes en los hogares, educación de los miembros de la familia y de los cuidadores primarios sobre su mejora.

El especialista del Grupo Pro fesional Psicológicamente, comenta que las intervenciones familiares han demostrado ser una de las modalidades de tratamiento disponibles más consistentemente efectivas. Además de la reducción de la gravedad de las recaídas, estas serán menos frecuentes, mejor adherencia al tratamiento, menor autoestigma, mejor calidad de vida, mejora de las competencias sociales, participación en la rehabilitación y menor costo de la atención, ya sea sola o como parte de un complejo régimen de tratamiento.

Importancia de la comprensión Luis Geraldino explica que en este proceso se debe enseñar tan to a pacientes como a sus familias o cuidadores primarios sobre las pautas de alarma temprana y el manejo de la recurrencia. La comunicación debe de ser de manera coherente con el nivel de desarrollo de quien la recibe. Hacer frente a la frustración de los familiares es otra habilidad importante de la psicoeducación familiar.

“Además, debe determinarse si, después de la psicoeducación, los pacientes y la familia realmente comprenden lo que se discutió sobre la enfermedad”, puntualiza.

Este espacio debe animar la comunicación; debería escuchar, hablar y explicar; debe comunicarse de una manera clara y directa; debe responder a las señales verbales y no verbales del paciente; debe establecer metas para la comunicación en los pacientes; y debe poder enseñar de manera empática y comprensible.

“Las personas que viven con enfermedades mentales y afecciones relacionadas tienen derecho a recibir información relevante y completa sobre su salud y por lo tanto, los educadores, líderes y médicos psiquiátricos deben prestar atención a los métodos que ayuden a lograr este mandato, siendo la psicoeducación claramente un excelente procedimiento de elección”, enfatiza.