Los Bravú
Pinturas reflexivas desvelan problemas
Obras de arte que van desde lo análogo hasta pinturas que se nutren de la iconografía renacentistas, fusionada con elementos y espacios cotidianos de la vida moderna, son el eje central de este dúo español. Su amor por las periferias y provincias ha marcado cada uno de sus trazos.
Cuando Dea Gómez y Diego Omil se conocieron en la facultad de Bellas Artes de España, Salamanca, descubrieron que compartían una visión similar por el arte. Es por ello, que luego de salir de la facultad en 2011 y con la crisis que azotaba a España, deciden unir fuerzas y formar su propio proyecto artístico: Los Bravú, nombre gallego que traducido quiere decir “fragancia de animal silvestre”, significado que la pareja ha conciliado como la mejor descripción al representar su horizonte de trabajo desde lo análogo: más con las manos y menos con las nuevas tecnologías.
Presencia en el país “Estamos haciendo una resilencia-taller en El Portillo, Samaná, un proyecto artístico que se puso en marcha en 2016, de la mano del maestro uruguayo Ignacio Iturria y Valeria de Moya. En este espacio idílico caribeño, que es República Dominicana, crearemos parte esencial de las obras a exponerse el cuatro de abril, en Lyle O. Reitzel”, informan.