PSICOLOGÍA

Buena relación con la familia de mi ex

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Olga María RenvilleSanto Domingo

Cuando una pareja decide poner fin a la relación, en muchas ocasiones no es saludable, desde el punto de vista emocional, intentar cambiar hacia una amistad hasta tanto hayan sanado y cerrado las heridas que provocaron la ruptura. Pero ¿qué actitud debemos asumir cuando se han creado vínculos con familiares de la pareja y amigos en común? Es necesario comprender que una vez termina la relación de pareja, debemos aprender a respetar los espacios de cada uno de los individuos que integraron esta. Esta situación obliga a establecer nuevos límites en la relaciones con familiares, independientemente del vínculo que se haya creado. Cuando nos referimos a límites es bueno aclarar que la dinámica de las visitas, la participación en actividades familiares (parientes de la expareja), las llamadas telefónicas y los mensajes deben reducirse a su mínima expresión. Esta acción debe ser conversada con las personas significativas, siempre tomando en cuenta que deben evitarse las críticas negativas o cualquier comentario íntimo de la relación que ha terminado, colocando el respeto como pilar de la comunicación a fin de conservar relaciones sanas. Cuando en la pareja se han procreado hijos, la relación con la familia debe manejarse con prudencia con el objetivo de que los niños no sean afectados por los conflictos de la pareja. Es importante comprender que, independientemente de la situación que llevó a tomar la decisión de romper la relación de pareja, los niños forman parte de la familia y no es recomendable romper los lazos afectivos con ellos.

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