La Guáyiga se sumerge entre delincuencia, polvo y promesas
Durante los últimos meses la zona se ha visto afectada por una serie de casos violentos, donde la muerte, sin estereotipos ni emitir juicios, ha tocado las puertas de muchas familias en el sector
Problemas sociales, limitaciones y quejas, son las características principales del distrito municipal La Guáyiga, ubicado en la provincia Santo Domingo.
Aunque padecen falta de agua, energía y deficiente recogida de basura, la delincuencia es la mayor preocupación de los residentes en esta zona.
Según los pobladores de este sector, los delincuentes son los encargados de dar “la bienvenida” a sus visitantes y esto se ha vuelto un problema latente, tanto así que aseguran que no es una temática nueva para ellos, llevando a algunos hasta a “tomar la justicia por sus propias manos”.
Durante los últimos meses la zona se ha visto afectada por una serie de casos violentos, donde la muerte ha tocado las puertas de muchas familias en el sector.
Con el homicidio de la joven Anielis Rosaura Almonte Lara, de 18 años, ocurrida el pasado domingo en horas de la noche, nuevamente la comunidad enciende sus alarmas pidiendo atención.
Según reportes periodísticos, en los primeros 5 meses de 2023 se han contabilizado 9 personas muertas víctimas del crimen y la violencia en la referida demarcación.
Habitantes que residen a tan solo metros del campamento militar 16 de Agosto denunciaron que las autoridades policiales no están ejecutando planes para enfrentar las habituales muertes y temen por los actos que atentan en contra de la convivencia social.
“Ellos vienen aquí solo los viernes, sábados y domingos para buscar los cheles. No están haciendo nada”, dijo un mensajero de un colmando.
El temor que sienten los moradores ha obligado a cambiar su estilo de vida, limitándose a desarrollar la rutina tradicional de trabajo, para así protegerse en sus casas “de una bala perdida”.
“Aquí mucha gente lo que está haciendo es conseguir el pan del día a día, después llega a su casa y se encierra con candado en su casa”, dijo Aracelis, quien es madre de tres niños, desde el interior de su casa.
Claman atención
Durante un recorrido realizado por este medio todas las declaraciones coincidieron en el deficiente servicio accionado por los agentes policiales. No obstante, los comunitarios también demandaron al Gobierno atender a las denuncias de La Guáyiga sobre los principales servicios de la sociedad.
“Aquí hay problemas con el agua, la basura, la luz, con todo y es como si nadie nos escuchara”, dijo un hombre quien prefirió proteger su identidad.
A pesar de que los habitantes comprenden los malos momentos que está viviendo el país debido a la sequía, Martín, propietario de un pequeño mercado, señaló que su felicidad “brilla como el sol” hasta que se recuerda del agua potable.
“Tenemos que pagar camiones para que suministren el agua y pedir botellones. Sabemos que estamos en sequía, pero en el centro de la ciudad donde viven los políticos el agua no se va, ¿por qué a nosotros sí?”, preguntó el hombre.
Martín, al igual que otros encuestados, motivaron al presidente Luis Abinader a visitar las pequeñas localidades del país para que conozca la “verdadera situación” de la sociedad.
“Ojalá el presidente Abinader venga a lugares como estos, para que pueda entender el diario vivir del dominicano y vea que lo que le dicen es mentira”, dijo Martín.