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En La Victoria se quejan por la delincuencia, basura y la falta de luz y agua
Sobre a la recogida de basura sostuvieron que el servicio de los camiones recolectores tiene ocasiones en las que dura más de dos días, lo que provoca el apilamiento de fundas de desechos.
El flagelo de la delincuencia continúa azotando las calles del Gran Santo Domingo, siendo esta vez el distrito municipal de La Victoria, en Santo Domingo Norte, en el que los grupos delictivos colman de intranquilidad a sus moradores, quienes aseguraron que los delincuentes “están trabajando mucho”.
“Los delincuentes están trabajando mucho, la Policía también, pero pasan situaciones que se resuelven algunas, otras no, pero, otras sí”, dijo uno de los residentes de la zona que prefirió omitir su nombre.
Durante una visita de LISTÍN DIARIO por el sector, que fue el escenario en el que ocurrió uno de los últimos actos violentos, en el que una joven de 26 años perdió la vida a manos de su pareja sentimental, un militar activo de la Fuerza Aérea, los comunitarios consultados no dudaron en poner el hecho como ejemplo de lo “mal” que esta la violencia en el lugar.
Dos septuagenarios, que confesaron haber vivido toda su vida en la localidad, expresaron que en los últimos tiempos es notorio cómo los anti sociales han tomado espacio en las principales calles, calificando el incremento delincuencial por encima de los estándares.
“De un 100 está un 120 (…) aquí hay de todo mucho, atraco, de todo”, dijo uno de ellos.
Los residentes coincidieron en que quienes delinquen en la zona son en su mayoría jóvenes entre 18 y 25 años, citando de manera directa a un grupo solo conocido como “Avatar”, integrado por jóvenes de la barriada de La Caña, donde residía Natalí Santis, la joven asesinada.
“Hay una banda de delincuentes ahí en La Caña, unos dichosos Avatar y nadie hace nada por ellos, ni la Policía viene, ni nadie dice nada, son jovencitos, menores, hasta haitianos hay”, dijo la señora Yeimy Vargas, residente en la comunidad.
Tanto Vargas como otros moradores atribuyeron el incremento delincuencial en la zona al aumento demográfico que ha presentado el municipio, las migraciones y que el aumento de vecinos no se refleja en el aumento policial, a pesar de que hay una estación de las autoridades del orden cerca de la zona.
“Este pueblo ha crecido inmensamente y el crecimiento trae cosas buenas y trae cosas malas”, reflexionó Arturo Fermín, quien denunció que otros de los males por los que se ven afectados es por la venta y consumo de sustancias ilícitas al aire libre y de conocimiento público.
“El caldo de cultivo ha sido la venta y consumo de droga, hay muchos puntos conocidos por la población y por la misma Policía, aquí pasa un fulano y todo el mundo sabe que es el dueño de un punto de droga”, denunció el caballero.
Servicios
En cuanto a los servicios como luz energética o la llegada de agua a través de las tuberías, deploraron que el servicio energético se haya convertido en lo que denominan como “un relajo”, por la constante ola de apagones que, según sus palabras, reciben.
Asimismo, valoraron como negativo el servicio de agua, ya que esto va de mano con la luz “y si no hay luz, no pueden tener agua”, de igual forma manifestaron que los antisociales sustraen el cableado con el que es conectado el servicio de agua, lo cual ralentiza la llegada del líquido desde las tuberías hasta sus hogares.
“Con el agua sucede que hay unos cables con los que llenan el acueducto, pero se roban los cables y eso implica semanas y pico sin agua”, dijo Arturo Fermín.
Respecto a la recogida de basura, sostuvieron que el servicio de los camiones recolectores suele ser regular, pero hay ocasiones en las que dura más de uno o dos días, lo que provoca el apilamiento de fundas de desechos.
“Eso sube y baja, hay veces que los camiones se dañan”, dijo uno de los moradores.