VOCERO POLICIAL AFIRMA QUE SIGUEN INVESTIGACIONES.
Se entrega joven 17 años por muerte de raso PN
LA POLICÍA DICE QUE TIENE TRES FICHAS EN SUS REGISTROS POR ROBO Y DROGA
Se entregó ayer un adolescente de 17 años que era perseguido por el asesinato del raso Paúl Encarnación Mejía el pasado lunes en el sector Los Guarícanos, quien en ese momento tenía en sus brazos a su hijo de dos años, que también resultó gravemente herido de bala en la cabeza.
“Quizás ese joven que se entregó no fue el que disparó y le segó la vida al raso, o no estaba presente en ese momento, pero todo nos indica que tuvo algo que ver con la muerte, y cuando terminemos todas las investigaciones que estamos realizando, nosotros vamos a dar todos los detalles”, explicó ayer el vocero policial, coronel Frank Durán.
La Policía asegurá que el joven tiene tres fichas en su registros, dos por robo el año pasado y una por posesión de drogas en 2015,
Dos hombres mataron la noche del lunes al raso Encarnación Mejía e hirieron de gravedad a su hijo de dos años, en un hecho ocurrido en Los Guarícanos, Santo Domingo Norte.
El raso asesinado había sido reconocido hace casi dos meses por el director general de la Policía, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, junto a otros cuatro compañeros por haber rechazado un soborno tras decomisar varios paquetes de marihuana.
El cuerpo del orden público precisó que trabaja para apresar a los responsables de la muerte del raso y las heridas causadas al menor.
La muerte del raso ocurrió en el barrio Ponce, del sector Los Guarícanos, cuando dos hombres comenzaron a dispararle, estando el agente frente a su vivienda.
El raso tenía su arma de reglamento, pero no le sirvió para defenderse.
Muchas muertes El sector Los Guarícanos tiene una larga lista de muertes desde inicio de año cuando fue asesinado el segundo teniente de la Policía Nacional, Cristian Canario, de 41 años de edad.
El 8 de marzo, una pareja de esposos fue acribillada a tiros, junto a la madre de uno de ellos, presuntamente porque días antes habían ganado un conflicto judicial por la propiedad de la vivienda donde residían.
Ginelle Payano de 27 años de edad; Gerardo Montero Medina, y su madre, Arinet Medina, murieron a manos de un hombre solo conocido como Luis “Brazo largo”. El hecho ocurrió mientras compartían en un “colmadón” del lugar ante la presencia de decenas de personas.
El año prosiguió y los actos criminales no cesaron, pese a las quejas y denuncias de los lugareños. La muerte del sargento de la Policía Nacional Roberto González Sentil, de apenas 29 años, cuyo rostro quedó irreconocible ante los múltiples disparos en la cabeza que recibió de desconocidos para despojarlo de su motocicleta.
El hecho ocurrió mientras se desplazaba hacia su residencia en Los Guarícanos, acompañado de su esposa.
Antonio Abad Suárez, de 47 años de edad, murió tras recibir varios disparos por un conflicto con vecinos por un punto de drogas.
(+) EL NIÑO FUE HERIDO DE DISPARO EN LA CABEZA Una testigo dijo que lo estaban acechando porque “le habían pasado varias veces por el lado”.
La esposa del policía, solo identificada como Lucía, ese día se notó bastante impactada por el suceso, y se la pasó entre su casa y el hospital donde está siendo atendido su hijo.
En cuanto al menor que resultó herido durante el asesinato de su padre, se encuentra recluido en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Infantil Hugo Mendoza, debido a la herida de bala craneal que presenta el infante.
El pequeño recibió un disparo en el lado izquierdo del cráneo con salida por el lado derecho de la frente.
En apenas una semana cayeron abatidos en circunstancias sospechosas cuatro miembros del cuerpo del orden.
El raso Randy Orlando Cabrera Arias, de 29 años, fue asesinado en Santiago el pasado domingo 29 de octubre; Ricardo Andrés Gómez Toribio fue asesinado en el municipio Navarrete tres días antes. De igual manera, mataron al sargento Roberto González Sentil, de 31 años, para despojarlo de su motocicleta, mientras se trasladaba con su esposa.
A estas muertes también se les suman la de sus acompañantes quienes, en algunos casos, también resultaron muertos.