El Cibao se proyecta como región con alta producción de energía eólica

El gran beneficio de aportar a la sostenibilidad ambiental es una realidad que se ha asumido, no solo en la zona norte, sino también en varios otros puntos del país. Para ello, además del incremento en la utilización de energía fotovoltaica, se ha incurrido en la eólica, disminuyendo así la dependencia de recursos no renovables.

Desde hace aproximadamente ocho años, en la República Dominicana se han aunado esfuerzos para aprovechar el viento, como un recurso energético alternativo. En 2011, específicamente, es cuando se instalan los primeros parques de este tipo: Parque Eólico Los Cocos y Quilvio Cabrera, en la comunidad Juancho, en Pedernales.

“Tenemos que tomar en cuenta lo provechoso que es para nuestro país, pues carecemos de fuentes de producción energética, como son los combustibles fósiles, y los hídricos con que contamos son limitados para producirla”, explica Ángel Monegro Liriano, especialista en energías renovables de Corporación Dominicanas de Empresas Eléctricas y Estatales (CDEEE).

Avances en el proceso Este año 2019 enmarca un periodo en el que los proyectos ligados a la energía eólica se materializan, con la inauguración de varios en la región.

Mitos. Según Monegro Liriano, “Eso de que afecta a la producción, son informaciones infundadas; no se registra que perjudica en ese sentido ni en otro”.

Seguridad. Antes de instalarse un parque en una zona se toman en cuenta varios factores, uno de ellos si hay circulación de aves.

Beneficios. En las zonas donde están no se daña el impacto visual, al contrario se ve más bonita, por lo que sirve como atractivo turístico, considera.

Energía limpia que contribuye en dos grandes esferas En el norte se pueden citar los instalados de Montecristi, en el parque Guanillo, de la localidad el Copey. Allí se encuentra Parques Eólicos del Caribe (Pecasa), conocido como el “Guanillo”. También está, entre el límite de la provincia Montecristi y Valverde, el Parque Eólico Agua Clara, inaugurado el pasado mes de abril, el cual está conectado también al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), y está produciendo, según explicó Monegro Liriano.

El Parque Eólico Jasper Caribbean Windpower, que está en desarrollo y conectado al SENI, en el municipio de Imbert, provincia Puerto Plata; esta para generar 50 megavatios, así como los antes mencionados.

Sin riesgos Los molinos tienen la facilidad de que se puede pasar por de bajo de ellos caminando, sin que haya ningún riesgo ni nada similar. “Tienen una seguridad enorme; cuando hay situaciones de huracanes se frenan”, agrega el especialista.

Otro elemento alineado a la factibilidad de este método de obtención es la buena proporción de viento con la que se cuenta en la región. Luis Polanco, director ejecutivo de la Sociedad Ecológica Del Cibao (Soeci), entiende que esta parte del país tiene muchos puntos estratégicos.

“Aquí tenemos muchos cañones que podrían facilitar la generación de energía. Está el trayecto entre Villa Bao y la Cuesta de San José de las Matas; también subiendo hacia el Pico Diego de Campo, entre otros. Consideramos que ahí existen condiciones para que esos espacios sean medidos y monitoreados, y ver si es posible que se puedan instalar en ellos”, manifestó.

Proyección Hay proyección de seguir instalando parques para generar energía, pero en las mismas provincias, apunta Monegro Liriano. El caso es que juegan varios elementos, entre ellos ambientales y económicos. Por un lado está que los planes de construirlos dependen de los inversionistas, y estos buscan lugares más rentables. “Por ejemplo terrenos con vocación agrícola no son propios para la instalación de este tipo de tecnología, porque está primero la agricultura”, explica.

Aporte de doble vía El aporte de estos parques se va calculando en dos esferas. El especialista en energías renovables detalla que una va en dirección hacia las emisiones nocivas a la atmósfera, y la otra en dirección a cantidad de dinero que se ha dejado de pagar para la compra de combustibles fósiles. Entonces, hay un ahorro en cuanto a lo económico, y en cuanto a las emisiones.

Se tiene previsto llegar al 25% en energía limpia para 2025, pero es posible que sea superado.

Diferencia. “Estos proyectos de energía limpia tienen la virtud de que también incorporan el componente de protección ambiental, a diferencia de aquellos que necesariamente dependen de petroleo”, acentúa Polanco, para quien esto significa una contribución muy importante. Como entidad, consideran que aún muy tímido lo que se hace, por lo que siguen demandando del sector privado y público más empeño.