Buenos genes

Bo Bichette, infielder de los Azulejos de Toronto, se convirtió esta semana en el primer jugador en la historia de MLB que conecta 10 extrabases antes de llegar a 10 partidos jugados. Bichette batea .409/.458/.795 en un tórrido inicio de su carrera de liga grande.

El torpedero es otro prospecto de importancia de la cosecha de los Azulejos que cuentan con un material genéticamente privilegiado, comenzando con dos hijos de miembros del Salón de la Fama.

Dante, padre de Bo, fue un explosivo bateador que conectó 274 cuadrangulares y bateó .299 en 14 temporadas de Grandes Ligas. Entre 1993 y 99, tuvo una etapa tremendamente productiva con los Rockies de Colorado, promediando .316/.352/.540 con 29 cuadrangulares y 118 vueltas producidas por estación en ese lapso.

A la cabeza de la lista en el núcleo joven de los Blue Jays está Vladimir Guerrero, Jr., hijo de nuestro inmortal del mismo nombre. Vlady Jr. es un bateador especial que tiene la oportunidad de ser uno de los jugadores de ofensiva más importantes de la próxima década. Hasta el miércoles, bateaba .337/.390/.565 luego de la pausa del Juego de Estrellas.

Cavan Biggio es el otro hijo de inmortal, un bateador zurdo que juega en la intermedia y los jardines, y ofrece una atractiva combinación de poder de cuadrangular y control de la zona de strike. Su padre Craig tuvo una brillante carrera de más de 20 años con los Astros de Houston, y fue exaltado al Salón del la Fama en 2015.

Por último tenemos al versátil y atlético cubano Lourdes Gurriel, Jr., hermano del infielder de los Astros Yuli, además de hijo de Lourdes Gurriel, gloria del béisbol cubano.

Con menos de tres años en las filas profesionales, Lourdes Jr. ha logrado la estelaridad antes de lo esperado, utilizando una estadía en ligas menores entre abril y mayo como trampolín para convertirse en una de las principales amenazas del orden ofensivo de los Blue Jays, con 19 jonrones y Slugging de .550 en apenas 289 turnos.

Es un excelente núcleo joven que depara un futuro promisorio para la franquicia, siempre y cuando puedan combinarlo con un cuerpo de lanzadores de calidad para competir en la difícil División Este de la Liga Americana.