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HISTORIA

El destino los puso a defender bandera boricua

Franklin Gómez, abanderado de la delegación boricua.

Franklin Gómez, abanderado de la delegación boricua.

Por años, muchos dominicanos emigran al extranjero, especialmente a territorio de los Estados Unidos, en busca de oportunidades y mejorar sus condiciones de vida.

Aquí en Lima, hay dos casos muy especiales: Uno es el luchador Franklin Gómez y el otro Franklin Lantigua, dos dominicanos de pura sepa que las circunstancias obligaron a sus padres a irse a Estados Unidos en busca de mejor vida.

El primero (Franklin Gómez) es un luchador que el 24 de agosto cumplirá 34 años (nació en 1987), naturalizado puertorriqueño, quien tiene el privilegio de haber sido escogido como el abanderado de la delegación de 224 deportistas de Puerto Rico. Nativo del sector Los Callejones, en las proximidades del muelle de Puerto Plata, se siente dominicano pero deja claro que está aquí, como ha estado en otros eventos de gran envergadura “representando a Puerto Rico porque nos abrió las puertas”. “Por eso luchamos con mucho orgullo”, reitera Franklin Gómez, quien superó a la judoca María Pérez y la fondista Beverly Ramos, en las votaciones para escoger el abanderado de la delegación, elección hecha por los ejecutivos del Comité Olímpico puertorriqueño.

La historia de Gómez conmueve.

Cuenta que poco tiempo después del fallecimiento de su padre Eugenio Gómez, su madre no tuvo otra opción que irse a los Estados Unidos en busca de oportunidades para ella y sus tres hijos(Franklin, Ennmanuel y Abel).

Cuando tenía 6 años su madre se los llevó a todos a Nueva York, pero no le agradó el frío y se fue a Puerto Rico donde hicieron vida y allí echaron raíces.

“Gracias a Dios, con mi madre ganando el mínimo, nos echó adelante”, dice Franklin Gómez, una persona que se muestra un tanto tímida al hablar. En varias ocasiones ha visitado su natal Puerto Plata para visitar familiares.

SEPA MÁS Entrenador de lucha

Franklin Lantigua. Nació en un hogar de muchas carencias y su madre “se fue en yola a Puerto Rico” y posteriormente nos llevó a todos.

Como en casa “En Puerto Rico nos acogieron con mucho cariño y nos abrieron los brazos y no han dado muchas oportunidades”.

Mantiene contacto. Tiene una residencia en el municipio de Nagua, de donde es oriundo, y todos los años va a visitar sus familiares.

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