Evitemos esa confrontación
El Colegio Médico Dominicano ha convocado a sus miembros a un paro de 72 horas en todos los centros hospitalarios del país para los próximos martes, miércoles y jueves.
Ayer, los sindicatos de enfermeras, bioanalistas, farmacéuticos y personal de apoyo en hospitales y unidades de atención primaria se sumaron a esta convocatoria.
Los profesionales y trabajadores de la salud se sienten desatendidos por el gobierno, ya que, después de múltiples reuniones al más alto nivel, no han recibido respuestas a sus demandas.
La reacción inmediata del ministro de Salud, el doctor Víctor Atallah, fue conciliadora, solicitando una semana para atender las demandas de los gremios y evitar la paralización de los servicios.
Es necesario reconocer que médicos y técnicos de los servicios de salud no pueden vivir en la precariedad, considerando que su labor es esencial para proteger la vida de todos.
Sus demandas incluyen mejoras en el funcionamiento de las instituciones de salud, reivindicaciones laborales y justicia para los pensionados.
El país necesita hospitales y unidades de atención primaria pública bien equipadas, higiénicas, funcionales y con personal motivado, listo para brindar un servicio de calidad y calidez.
Paralizar los servicios hospitalarios representaría un retroceso para la salud pública en un momento en que el país está afectado por intensas lluvias, lo que podría aumentar las enfermedades epidémicas.
Si bien se comprende el llamado a paro de médicos y servidores hospitalarios, también es importante considerar el gesto conciliador del ministro de Salud, ya que “lo cortés no quita lo valiente”.
Autoridades, médicos, paramédicos y demás servidores del sistema de salud deben apostar al diálogo sincero, sin reservas, para evitar afectar la atención sanitaria de las poblaciones más vulnerables del país.
Este fin de semana ofrece una oportunidad para que el ministro Atallah y los dirigentes gremiales del sector salud definan una agenda de diálogo que evite el paro y concilie el pliego de reivindicaciones.
¡Un diálogo anticipado es mejor que una discusión resentida después de una confrontación!