Decenas de vidas en peligro
Los repetidos casos de intoxicaciones en estudiantes y maestros en distintas comunidades del Nordeste y el Cibao, a causa del uso irresponsable de pesticidas, han creado una crisis de salud pública que no puede esperar más para ser atendida.
La más reciente serie de episodios en centros educativos como la escuela Juan Antonio Alix, el Centro Educativo Gastón Fernando Deligne y otros en Villa González, debe ser una señal de alarma para las autoridades.
Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos siendo testigos de este tipo de situaciones, donde la salud de los estudiantes y docentes queda a merced de la falta de control sobre la aplicación de químicos tóxicos en zonas agrícolas.
La vida y bienestar de nuestras futuras generaciones no pueden estar en riesgo por la negligencia de quienes manejan estas sustancias sin los debidos protocolos de seguridad.
El Ministerio de Agricultura, junto con el Ministerio de Medio Ambiente, debe actuar con celeridad para regular estrictamente el uso de pesticidas en las proximidades de escuelas y zonas urbanas, aplicando sanciones ejemplares a quienes incumplan estas normas.
Además, es fundamental que se establezcan horarios y procedimientos claros para la fumigación, garantizando que no se lleven a cabo durante las horas en que las escuelas estén activas.
La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ha sido clara en su condena a la falta de responsabilidad gubernamental en este tema, y con razón han demandado medidas inmediatas para proteger a estudiantes y docentes.
La implementación de la docencia virtual en los centros afectados puede ser una solución temporal, pero no puede sustituir una respuesta efectiva y definitiva de las autoridades.
La vida de decenas de personas ya ha sido puesta en peligro.
No podemos permitir que esta negligencia siga ocurriendo.
Es hora de que el Estado actúe de manera contundente para evitar más episodios de intoxicación por pesticidas, imponiendo regulaciones estrictas y supervisando su aplicación.