Marileidy y el sacrificio de nuestros atletas
El resonante hito alcanzado por Marileidy Paulino, al conquistar otra medalla de oro en una competencia internacional, nos llena de orgullo como nación.
Esta joven extraordinaria ha llevado el nombre de la República Dominicana a lo más alto del atletismo mundial, con una dedicación y esfuerzo que merecen no solo nuestro aplauso, sino también una profunda reflexión.
Marileidy, al igual que otros atletas dominicanos que han logrado hazañas en escenarios internacionales, es un símbolo de la tenacidad y el espíritu de superación de nuestro pueblo.
Sin embargo, detrás de cada medalla y de cada logro, se esconden historias de sacrificio personal, de obstáculos superados y, lamentablemente, de una falta de apoyo institucional que, en muchos casos, convierte su camino hacia el éxito en una verdadera odisea.
No podemos dejar de aplaudir a Marileidy y a otros deportistas como ella, que con escasos recursos y frecuentemente sin la asistencia necesaria por parte del Estado, han logrado entrenarse y mantenerse en forma para competir al más alto nivel.
Estas carencias no solo representan una barrera adicional para nuestros atletas, sino que también son un reflejo de la falta de visión y compromiso con el deporte por parte de nuestras autoridades.
Es un hecho conocido que muchos de nuestros atletas deben buscar apoyo en instituciones privadas o incluso recurrir a entrenamientos fuera del país, donde encuentran las condiciones que aquí se les niegan.
Esta situación es inaceptable.
Un país que se enorgullece de los logros de sus deportistas debe estar dispuesto a invertir en ellos, a proporcionarles las herramientas y recursos necesarios para que puedan prepararse adecuadamente y competir en igualdad de condiciones con los mejores del mundo.
El éxito de Marileidy Paulino debería ser un punto de inflexión.
No solo debemos celebrar sus triunfos, sino también asumir la responsabilidad de crear un entorno en el que nuestros atletas puedan desarrollarse plenamente.
Es hora de que el Estado reconozca la importancia del deporte como una herramienta de proyección internacional y de cohesión social, y que actúe en consecuencia, brindando un apoyo real y sostenido a todos nuestros atletas y deportistas.