¿Qué mundo nos espera?

Con el acelerado desarrollo de las tecnologías, parecen infinitas las capacidades de los sistemas y aplicaciones electrónicas y digitales para modelar un mundo nuevo.

De hecho, ya han asomado los perfiles de ese mundo nuevo con la progresiva implantación de la Inteligencia Artificial (IA) en la sustitución o transformación de oficios manuales y en procesos que reemplazan el trabajo humano.

Si bien existen esperanzas de que la inteligencia humana sea capaz de ejercer un efecto regulador sobre esas tecnologías, hasta ahora la humanidad trata de entenderlas, manejarlas y coexistir y aprovechar lo mejor de ellas.

Sin dudas, estas innovaciones tendrán un mayor campo de experimentación, prueba y uso en todas las nuevas estrategias de desarrollo económico y social que decidan los gobiernos en favor de sus ciudadanos.

Aquí deberíamos estar escuchando y debatiendo con los líderes políticos, económicos, comunitarios y de sectores profesionales, qué tipo de apuestas deberíamos ir pensando para afrontar un futuro que ya llegó.

Esto sugiere la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), como un imperativo del momento para asegurar la preparación del personal humano en el manejo de esas capacidades tecnológicas.

Por ejemplo, aconseja mayores inversiones en la transición energética para depender más de las energías renovables, cambiar el modelo de transporte por uno de electro movilidad, que sea masivo y en la economía del cuidado de la salud mental, de los niños y de los adultos.

En esas apuestas, confía la CEPAL, los países pueden encontrar terreno amplio para crear empleos formales y dinamizar, así, sus economías.

La educación, desde la básica hasta la universitaria, tendrá que jugar un papel decisivo en la formación de las nuevas generaciones que vivirán en un mundo transformado, distinto al que tenemos hoy.

Vislumbrando esos desafíos, esa es una de las motivaciones que ha tenido el LISTIN DIARIO al convocar al Foro Nacional sobre Salud e Inteligencia Artificial.

En el veremos cómo piensa prepararse el país para aprovechar estas modernas tecnologías en el mejoramiento de la atención y curación de enfermedades, en su predicción y pronóstico más preciso y cómo promover estilos para una vida más sana y mejor.