La manopla que hace falta

La frontera vive en desasosiego y en medio de peligros reales a causa de un incremento de los desmanes perpetrados por haitianos que entraron y residen ilegalmente en esos territorios limítrofes.

Crueles asesinatos, hurtos de cosechas agrícolas, abigeato, violaciones sexuales y riñas sangrientas se han hecho frecuentes en distintas provincias fronterizas en los últimos años, evidenciando el frágil nivel de la seguridad en ellas.

Al encontrar caminos abiertos para introducirse en el país o valerse de traficantes y transportistas, la zona se ha convertido en terreno fértil para todo tipo de ilícitos, como cualquier paraíso mafioso.

Para resguardar esta zona estratégica del país fue creado el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRONT), bajo la sombrilla del Ministerio de Defensa.

Pese a la carga de responsabilidades que tiene sobre sí, el CESFRONT no ha podido contener la hemorragia de las incursiones de inmigrantes ilegales, a menudo desafiantes y agresivos.

La complicidad de militares fronterizos y agentes aduaneros con las mafias de traficantes y contrabandistas, ha debilitado la capacidad del Estado dominicano para imponer efectivamente las leyes nacionales y, en especial, las migratorias.

Pese a la extraordinaria inversión en despliegue de tropas, avituallamientos, equipos de vigilancia electrónica y armamento que ha hecho el gobierno para garantizar una mayor seguridad nacional, la tarea ha sido vana en muchos sentidos.

Las mafias se han aprovechado de esta debilidad y hasta capaces han sido de cerrar unilateralmente algunos portones migratorios, en ocasiones a tiro limpio, o para matar militares dominicanos a mansalva.

La sociedad dominicana está hastiada de estos desafíos descarados y de los actos criminales y delictivos que protagonizan haitianos ilegales.

Es hora ya de que, bajo la nueva jefatura de un oficial reputado serio, competente, enérgico y de alto perfil militar, como es el coronel Freddy R. Soto Thormann, el CESFRONT dé un golpe de manopla a esta ola de desmanes.

Con una oportuna “operación limpieza” dentro de sus filas, para sacar a los miembros indignos, que se han enriquecido en base al cohecho, el CESFRONT podrá recuperar su capacidad de acción y control, que en gran parte ha perdido.