editorial
Periodismo y poder
El ejercicio del periodismo en los países democráticos es diametralmente opuesto al que se desempeña, bajo muchas coerciones, en las dictaduras.
Bajo regímenes oprobiosos, el “periodismo”, o más sencillamente, la prensa, es penosamente una maquinaria de propaganda para vender al poder como necesario, bueno, cordial y eficiente, aunque el pueblo se bañe en un lago de sangre, precariedades y silencios.
En una democracia real, empero, la responsabilidad de la prensa frente al gobierno es la de contribuir a divulgar las buenas prácticas oficiales, canalizar sus servicios, sin renunciar a la crítica constructiva para desnudar las lacras, vicios y abusos gubernamentales.
El Listín Diario ha dado prueba más que elocuente de su entrega a la sociedad dominicana en momentos de graves riesgos atmosféricos, sísmicos o sanitarios.
Es la evidencia elocuente de que hacemos periodismo vivido como servicio público, acompañamiento ciudadano y acciones propositivas.
¿Quién nos podría pedir que cerremos los ojos ante el deterioro de los servicios que confronta cada día la ciudadanía en situaciones como la seguridad social, inseguridad ciudadana, caos en los servicios de educación, energía, salud y tránsito?
Eso sería una obviedad sin sentido porque, aunque nosotros calláramos la realidad, eso no cambia para nada lo que todo el mundo encuentra sin estar buscando.
En este mundo que hoy se articula en acciones a velocidades hipersónicas, con comunicaciones casi instantáneas, tecnologías indetenibles, inteligencia artificial al pie de la realidad, es inútil tratar de interponerse ante los hechos puntuales.
Cuando Galileo Galilei tuvo que admitir ante la Santa Inquisición –en 1633- que la tierra era fija y en torno a ella giraban todos los planetas como postulaba Ptolomeo (no del Sol como sostenía Galileo), su nobleza lo hizo expresar: “Y sin embargo (la Tierra) se mueve”.
El tiempo, la ciencia y posteriormente la Iglesia, ya sin la Inquisición, han tenido que admitir que Ptolomeo estaba errado y que la tierra tiene dos movimientos, ambos alrededor del Sol, como fundamentó Galileo.
No hay versión, por poética que sea, capaz de persistir en el tiempo, ante la dura prueba a la que la somete la verdad.
Antes de morir, Arthur Ochs Sulzberger, editor del The New York Times, postuló un principio que es sagrado para la prensa independiente y responsable.
“Para el periodista, la libertad significa llegar a la raíz de la verdad; la libertad de criticar, la libertad de aguijonear y estimular a todas las instituciones en nuestra sociedad, incluida la propia”.