Inteligencia policial por cuadrantes para seguridad ciudadana

Gobernar es prevenir.

-Emile de Girardin-

Madrid, España.

La seguridad ciudadana es un componente indispensable para la convivencia pacífica de una sociedad y el desarrollo de una nación, la misma, hoy más que nunca, constituye un reto para el Estado dominicano y la gobernabilidad democrática, cuya sustentación está fundamentada en la confianza de los ciudadanos en sus instituciones de seguridad.

Bajo esta concepción, es mi opinión que nuestra Policía Nacional ya debería estar situada como punta de eje generadora de la Seguridad Democrática, pues es a partir de la profesionalización de sus miembros, la mejoría de sus capacidades operacionales y la transversalidad de sus actividades especializadas -inteligencia-, es que esta institución está supuesta a reestructurar y poner en operación una unidad enfocada exclusivamente en las tareas de recolección, procesamiento y difusión de información para uso de sus departamentos de planificación y de operaciones policiales, a los fines de producir inteligencia de interés policial en los niveles estratégico y operacional.

De esta manera, todo este esencial esfuerzo se podría adaptar al contexto de la lucha para combatir la inseguridad ciudadana con un enfoque eminentemente “preventivo”, además de ser una herramienta útil y confiable para orientar la toma de decisiones en todos los niveles de la cadena de mando institucional.

En efecto, el modelo de inteligencia policial para la seguridad ciudadana procura, desde su contexto misional, aportar un insumo con un criterio de alta anticipación y grado de oportunidad, con el objetivo de neutralizar los fenómenos delictivos, las amenazas criminales y las actividades incívicas en los entornos ciudadanos, tanto urbanos como rurales.

Esta debilidad en la unidad de inteligencia policial las observamos en la esencial tarea de anticipar, neutralizar y amortiguar el impacto de las recientes protestas y huelgas, en el casi asalto del Palacio de Justicia por el caso Calamar y enel bombardeo con gases lacrimógenos a la casa nacional de un partido político de oposición, errores que afectan la gobernabilidad democrática, la imagen institucional de la Policía Nacional y del propio gobierno.

Con el fin de dar respuestas efectivas a las presiones sociales por la creciente sensación de inseguridad, a las demandas de protección de la población y resolución de conflictos sociales de convivencia, la institución policial está obligada ya a implementar estrategias que le permitan conducir a un mejor proceso de toma de decisiones mediante la vinculación de sus recursos de inteligencia con otros esfuerzos interinstitucionales, inter-agenciales y comunitarios, bajo la sombrilla de un plan de seguridad ciudadana bien articulado diseñado por el Ministerio de Interior y Policía, que permita la corresponsabilidad de las dependencias del Estado a los fines de implementar el desarrollo efectivo de las diversas acciones policiales.

Sistema Inteligencia policial y vigilancia comunitaria por cuadrantes

Este sistema, consiste en una estrategia operativa “combinada” del servicio policial dirigido a optimizar las operaciones policiales a través de la delimitación territorial, la asignación eficiente de los recursos, fortalecimiento, control y evaluación del talento humano por medio de la implementación de un modelo integral de servicio, apoyado con el uso de los dispositivos tectológicos, con el fin de contrarrestar las causas y factores generadores de violencia y delincuencia, dirigidos a fortalecer el mantenimiento de la seguridad y convivencia ciudadana.

Desde la perspectiva de inteligencia, este servicio especializado debe ser readecuado, tanto en su plataforma estratégica, como operacional con el propósito de proporcionar un producto de inteligencia altamente preventivo y anticipativo ante las distintas manifestaciones del fenómeno de la criminalidad y todas aquellas actividades que alteren el clima de paz de los ciudadanos.

Este proceso de redireccionamiento del sistema de inteligencia policial tradicional que consiste en solo producir conocimiento ante eventos delictivos y conflictos sociales desde plano nacional, regional y provincial, debe de ser ampliado, para que incluya el ámbito local-barrial, con el fin de construir una red por cuadrantes apoyados por la denominada “inteligencia social” que, junto a la inteligencia policial, se recolecten informaciones valiosas de todo tipo en zonas específicas en los barrios, que permitan a la Policía Nacional prevenir situaciones de amenazas e inseguridad mediante la identificación de “alertas tempranas” de los factores generadores de riesgo, o sea, una inteligencia queesté al alcance de todos los departamentos operativos, de manera que pueda poder a las autoridades policiales en condiciones favorables para poder anticipar las acciones incívicas y delictivas en las ciudades de todo el país y, de este modo, restablecer rápidamente los niveles de seguridad ciudadana que la sociedad reclama.

Otro aspecto importante de este nuevo sistema de recolección proveniente de los cuadrantes es que fortalecería significativamente el actual servicio de inteligencia que posee la Policía Nacional desplegado en todo el territorio dominicano en cuanto a la producción de inteligencia con carácter estratégico, que facilite la planificación de programas de combate al delito con proyección hacia el futuro, la denominada “inteligencia prospectiva”.

Finalmente, dentro de la concepción estratégica del área de inteligencia, que a nuestro juicio debería ser transversal, es también una herramienta útil para la elaboración de diagnósticos, realización de estudios y seguimiento de tendencias con en uso de las estadísticas, los cuales van a permitir y contribuir con el diseño de propuestas de planes estratégicos, a los fines de que los directores centrales, regionales y comandantes departamentales de la Policía Nacional puedan tener un panorama situacional actualizado de las actividades sociales y delictivas de acuerdo con las características particulares “distintivas” de cada jurisdicción de mando del territorio nacional, lo que proporcionaría un alto nivel de rendimiento y efectividad en la prevención policial y, a su vez, fortaleciendo la imagen institucional de una policía moderna dentro de una sociedad democrática.

El autor es miembro del Círculo Delta.

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