editorial
La zafra siniestra
La sociedad ha sido fuertemente impactada por la muerte del Gioser Luis Feliz, un niño acribillado en una emboscada de los delincuentes en Santiago.
¡Cuánto horror! Bastante traumatizada ha quedado la ciudadanía ante los continuos episodios de ataques criminales que han cobrado las vidas de niños inocentes.
En solo cuatro días, dos asaltos confirman con toda crudeza la realidad que se vive en las calles del país.
El pasado sábado, Carla Maribel Concepción, de 14 años, cayó sacudida por dos balazos propinados por antisociales en Los Guandules, Distrito Nacional.
Y el miércoles, Gioser Luis Féliz, de 9 años, llegó al país procedente de Estados Unidos, bajó con su familia en el Aeropuerto del Cibao y cuando se desplazaban hacia Villa Vásquez, fueron asaltados y el infante murió de un balazo.
Estos hechos vandálicos rociados con sangre inocente reflejan que los delincuentes no tienen límites y que confían en la incompetencia de quienes deben perseguirlos, apresarlos y llevarlos a la justicia.
Saben, también, que una vez detenidos, la vulnerabilidad del sistema de justicia es tan grande que la posibilidad de salir por una puerta trasera y volver a asaltar y matar, es amplia y sin obstáculos.
Mientras las autoridades sigan atribuyendo el auge de la delincuencia a la ‘percepción’ de la ciudadanía y llenando los medios de ´estadísticas’ para sembrar optimismo, los criminales seguirán con su zafra siniestra.
Poner de rodillas a la delincuencia será posible cuando tengamos policías capacitados técnicamente para hacer inteligencia, incentivados con salarios y beneficios que aporten seguridad a sus familias y mandos ejemplares.
Necesitamos fuerzas tácticas de control y detención de delincuentes, policías investigadores capaces de descubrir bandas completas y limpiar áreas para dar seguridad a la ciudadanía.
No nos engañamos, sabemos que eso cuesta mucho dinero y esfuerzo, pero por lo mucho que se invierta en tener una policía eficaz, siempre será menos que perder la vida de otros Gioser y Carla.