editorial
La salud desguarnecida
El sistema de salud del país está desguarnecido, de cabo a rabo.
Hay pronunciada escasez de médicos, sobre todo especialistas, para atender los múltiples tipos de enfermedades.
Hay déficit de camas, áreas de internamiento, quirófanos y apropiadas salas de cuidados intensivos.
También es obvia la crisis de abastecimiento o disponibilidad de medicamentos e insumos necesarios para cirugías o curas menores.
Sin una buena red de centros de atención primaria, los hospitales generales o especializados afrontan una enorme presión de servicios, que no están en capacidad de atender adecuadamente.
Ni qué hablar de las condiciones de higiene y de los procedimientos de asepsia para prevenir la proliferación de gérmenes, bacterias u otros microorganismos causantes de miles de decesos de niños y adultos en los hospitales.
El sonado caso del hospital materno-infantil de Los Mina, donde en el mes de febrero murieron 34 niños por varias causas, entre ellos cinco por un germen infeccioso externo, ilustra la vulnerabilidad del sistema.
Las atenciones de emergencias, que se agravan cuando hay escasez de ambulancias para trasladar pacientes y derivan en críticos y riesgosos cuando tampoco hay médicos o salas de urgencia bien equipadas, ahonda la gravedad de la crisis.
Son deficiencias que vienen de viejo porque nunca ha sido relevante la inversión en salud pública, en desventaja frente a la de educación, que hasta ahora no ha dado los resultados esperados.
Aunque en los últimos años se han reequipado y remodelado hospitales o se han edificado nuevos, seguimos adoleciendo del suficiente número de médicos especialistas y enfermeras en las provincias.
Considerando que el país está en su mejor momento de desarrollo económico, atrayendo multimillonarias inversiones externas para el turismo, las industrias y la energía, no se justifica la ausencia de buenos centros médicos en las zonas impactadas por esas inversiones.
Ya llegó la hora de curar estas vergonzosas llagas que degradan el sistema sanitario del país.