literatura
SDQ Lee vendió alrededor de 150 libros en Mar de Palabras
Para Victor Abreu, creador de SDQ Lee, el acceso a la literatura no es un problema en el país, sino “la educación”.

Víctor Abreu, creador de SDQ Lee
Además de los conversatorios con autores y expertos literarios, Mar de Palabras contó con la presencia de un puesto de la cadena de librerías “SDQ Lee”, el cual fue muy visitado por el público interesado en los libros disponibles tras la culminación de cada bloque de charlas.
“Por mí debería haber un festival como este mensual”, dijo Víctor Abreu, creador del proyecto de SDQ Lee y simpatizante de las iniciativas literarias.
“La algarabía que ha tenido este festival a mí me sorprendió desde semanas, de verdad. Igual esto, Feria Del Libro, cualquier evento de estos pop-up que se hacen con venta de libros, con participaciones literarias, todo eso es bienvenido porque a fin de cuentas aumenta el interés del lector, acerca el lector, autor y las librerías”, comentó.
Victor también manifestó que la venta de libros dentro del festival tuvo un flujo que superó por completo sus expectativas. En el primer día se vendieron los libros que tenía disponibles para los tres días y tuvo que reponer. Según dijo, los libros más vendidos fueron justamente los de los autores que participaron en los conversatorios. Al final de la actividad, se habían vendido más de 150 libros.
Historia de SDQ Lee
Víctor Abreu, creador de este espacio, relató que en sus inicios ellos no vendían libros, sino que hacían intercambios de libros. Curiosamente, fue un divorcio lo que lo impulsó a comenzar este proyecto.
“(Fue) como una técnica o una escapatoria para las cosas que hacía de forma regular. Quise empezar a hacer algo diferente y emular un proyecto en el que participaba, que se intercambiaba libros gratuitos los domingos aquí en la zona colonial. Y luego entonces desarrollé la plataforma para entretenerme con eso y bueno, como una bola de nieve. Se empezaron a cobrar los intercambios; era un costo simbólico porque la plataforma tenía un costo asociado”, explicó Abreu.
Con el tiempo, el proyecto fue evolucionando para convertirse en lo que es ahora. Las personas comenzaron a “exigir que los libros se vendieran”, aunque fueran libros usados, y a “exigir libros nuevos a la venta”. Eventualmente, los intercambios dejaron de ser rentables.
“En el momento, como el costo era simbólico, porque yo no te puedo cobrar un intercambio de libro por la mitad del costo del libro, cobrábamos 50, 100 pesos. No más de ahí. Además de que muchos libros eran donados. Pero cuando ya pasamos a tener estructuras en plazas comerciales con rentas elevadas, rentas en dólares, personal, tema de costos impositivos, todo eso, pues no había manera de que con intercambio se sustentara”, dijo el creador de SDQLee.
Actualmente, la cadena de librerías cuenta con cuatro sucursales en plazas de la ciudad, pero también participan en actividades como Mar de Palabras.
Lo que destaca a SDQ Lee de otras librerías o cadenas de librerías es el valor agregado de sus múltiples dinámicas y su enfoque en la creación de una comunidad lectora.
“Tú puedes ir a una librería de nosotros y comprar una cita ciega. Comprar un libro que tú no sabes cuál es. Tenemos club de lectura, hemos tenido podcasts, hacemos recomendaciones constantes…”, comentó Abreu.
También explicó que parte de lo que los diferencia es la cercanía con los clientes, quienes sienten que son atendidos por personas que “saben de libros”.
Abreu añadió además que cuentan con “cobertura a todo el país” en su sistema de entrega de libros que llegan directamente a la localidad de cualquier persona que pida uno.
Para Victor Abreu, el acceso a la literatura no es un problema en el país, sino “la educación”.
“Porque hay bibliotecas públicas aquí. Okay, lamentablemente han cerrado muchas, pero las hay. Si tú de verdad quisieras leer, incluso pudieras leer en digital”, dijo, agregando que en el caso de los libros de dominio público, estos pueden conseguirse sin ningún costo y que también existen editoriales que producen libros “supereconómicos”.
Sin embargo, según comentó, en el caso de la literatura contemporánea, con autores extranjeros todavía vivos, estos libros suelen ser más caros por la “cadena logística” que conlleva la importación.
“No es que aquí son caros, es que ese es el precio de la literatura hoy en día”, enfatizó.