Carta de un profesor a sus alumnos

.
Para los estudiantes, un examen es un momento de tensión. Este cuatrimestre quise tener un gesto diferente con mis alumnos del Instituto Especializado de Estudios Superiores Loyola en San Cristóbal. Como parte de la evaluación final del cuatrimestre, les compartí un mensaje de ánimo y agradecimiento por todo lo vivido. Sus respuestas, luego de leerme, me conmovieron mucho por las buenas vibras que me transmitieron para que siguiera con mi vocación de enseñar. Les comparto la carta que les escribí:
Queridos alumnos:
Una vez le escuché decir al jesuita cubano Ingmar Vázquez que la principal característica que debe identificar a una persona de espiritualidad ignaciana es el agradecimiento. Durante estos meses he tenido la alegría de poder impartirles la asignatura de Informe Técnico y deseo darles las gracias por el tiempo que invirtieron en mis clases. Siempre que puedo aportar al crecimiento de otros, crezco en felicidad. Ustedes me han demostrado que hay voluntad de aprender en la juventud dominicana y que sus sueños son vehículos increíbles que nos llevarán a un mañana lleno de esperanza. No dejen nunca de luchar por los valores que les han favorecido en su proceso formativo. Sean valientes.
Les pido disculpas por el conocimiento que no les transmití y les digo que quedo atento para ayudarles en lo que sea necesario. También he sido alumno y mi presencia como docente hoy es fruto de profesores excelentes que me inspiraron, junto a una familia que me apoya en cada paso. De seguro nos veremos en el camino de la vida, que es inmenso, y en él, tendrán el saludo orgulloso de su profesor que dirá: "él o ella fue mi alumno".
Con cada clase me convenzo de que la mística de un profesor no es tanto enseñar, sino aprender de sus estudiantes. Recuerdo esa frase que me dijo uno de ustedes cuando conversamos sobre la importancia de no ser indiferentes ante las burlas que le dedicaban a un compañero: "profesor, si no cambiamos esa realidad de injusticia es porque el grupo es débil", al concluir el cuatrimestre siento que el grupo ya no es débil. Rubén me preguntó el primer día: "¿qué es triunfar?" y le dije que al final del curso le respondería. Parecerá una respuesta simple, pero creo que triunfar se trata de alguna forma de hacer gestos como esta carta. La verdadera felicidad no reside en cosas grandes, sino en acciones pequeñas realizadas con el corazón. Ánimo, no van solos.