Soneto al mal poeta, con breve pliego petitorio
Dame, poeta, un poema rotundo,
uno que me conmueva, luminoso,
que en su brevedad sea majestuoso
y de emoción agraciada fecundo.
Pero leo tu texto y lo hallo inmundo,
mezcla de lo banal y de lo soso,
superficial, absurdo y vergonzoso…
Prefiero el estertor de un moribundo.
Exagero, colega: mi sarcasmo
me gana. Desconfiado soy de tanto
poema que me deja en el marasmo.
Escribe un día uno cabal, viable,
uno que ya no inspire triste llanto:
sólo uno, meramente memorable.