Que los libros también conecten con nuestros bolsillos

“Libros que conectan” es el eslogan de la vigésima sexta edición de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD 2024). Sin embargo, la verdadera conexión que muchos lectores buscamos en la feria no es solo con las historias que nos emocionan o con los autores que admiramos, sino también con nuestros bolsillos.

Una feria del libro no debería ser solo un evento para admirar y escuchar a escritores, sino una oportunidad real para que los lectores puedan llevarse a casa esos libros que tanto desean a precios accesibles. De eso se trata una feria: de brindar acceso, de abrir las puertas a la cultura, y de asegurar que todos, sin importar su capacidad económica, puedan participar plenamente en la experiencia.

En las pasadas ediciones de la FILSD, no han cumplido con esa expectativa. La promesa de "precios de feria" ha quedado, en muchos casos, como un concepto abstracto, sin mostrar oportunidades de ahorro para los lectores. Si queremos que el evento sea verdaderamente inclusivo, debemos garantizar que los precios se ajusten a las posibilidades de la mayoría de los asistentes, especialmente aquellos que acuden con la ilusión de comprar varios libros, pero se ven obligados a elegir solo uno o ninguno por cuestiones de presupuesto.

La conexión debe ser completa: los libros que nos conectan con nuevas ideas, emociones y conocimientos también deben ser accesibles económicamente.

Es hora de que el Ministerio de Cultura y los libreros entiendan que el acceso al libro también pasa por el bolsillo de los lectores. Ofrecer precios de feria, descuentos y promociones no solo es un acto de empatía, sino una forma de asegurar que más personas puedan disfrutar y compartir el placer de la lectura.

No debe tratarse solo de celebrar la literatura, sino de hacerla accesible a los bolsillos rotos.