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Curiosas coincidencias del ajedrez

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La belleza del Ajedrez se puede apreciar en muchas vertientes: una hermosa partida, un ingenioso problema, una gran combinación, un plan estratégico bien ejecutado, la conducción exacta de un final, etc.

Sin embargo, existen otros aspectos, que sin ser puramente técnicos como los mencionados anteriormente, también engrandecen y convierten al Noble Juego en algo verdaderamente maravilloso. Y es que el Ajedrez, al ser deporte, ciencia y arte, abraza interesantes y hermosas historias.

¿Qué ajedrecista no se conmueve ante la famosa frase del doctor S. Tarrasch?: “Yo siempre ha sentido un poco de lástima hacia aquellas personas que no han conocido el Ajedrez. Justamente lo mismo que siento por quien no ha sido embriagado por el amor. El Ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre”. ¿Bonita frase, verdad?

Pues revisando algunos documentos archivados encontré una interesante fotografía del año 1947, que no por estar algo borrosa deja ser muy interesante, y como la frase de Tarrasch, le da brillo al Ajedrez.

En la foto distinguimos que el simultaneísta es el patriarca de la Escuela Soviética de Ajedrez, el Gran Maestro Mijail Botvinnik. Y como participante, el escolar de 10 años Boris V. Spassky, futura estrella del Ajedrez mundial. Transcurría el año 1947 y Botvinnik contaba con 36 años de edad; en ese momento el jugador más fuerte del mundo; un año después ganaría el Campeonato mundial, vacante desde la muerte del campeón, el ruso-francés, Alexander Alekhine, ocurrida en Portugal en 1946.

Según la foto y el resultado de la partida, tenemos que el niño Boris Vasilievich, con 10 años de edad, ya daba muestras de su extraordinario talento al derrotar al destacado Maestro. Sólo 8 años más tarde, en 1955, ese niño se haría Campeón Mundial Juvenil y a los 22 años de esta victoria ante Botvinnik, se coronaba Campeón Mundial al derrotar al sólido Tigran Petrosian en 1969.

Otra gran curiosidad que se desprende de la foto es que el principal acontecimiento de la simultánea, o sea la derrota del Maestro ante el escolar, era la repetición de un hecho verdaderamente grandioso cuando 22 años antes, el entonces joven Botvinnik de sólo 14 años de edad, sorprendió a todos al vencer al entonces Campeón Mundial, José Raúl Capablanca en una simultánea celebrada en Leningrado en 1925. De hecho, Botvinnik fue el actor principal en dos acontecimientos extraordinarios y similares.

Es bueno destacar que cuando Capablanca participaba en el Torneo Internacional de Moscú 1925, aprovechó un receso del evento para tomar el tren e ir a Leningrado en un viaje rápido y agotador. No se imaginaba el genial campeón que allí conocería la derrota ante un chico que 23 años más tarde llegaría a ser Campeón Mundial, Mijail Botvinnik. En el transcurso del tiempo Capablanca se convirtió en el ídolo ajedrecístico de su joven vencedor.

Sorprende la coincidencia que 23 años después que Botvinnik derrotara a Capablanca en la Simultánea de Leningrado, se convirtió en Campeón del Mundo… y que a los 22 años de Spasski vencer a Botvinnik, se convirtió también en Campeón Mundial.

Estos detalles curiosos que se derivan de la foto son muy interesantes y revelan la variedad de facetas maravillosas que puede brindar el Ajedrez a sus millones de amantes en todos los rincones del mundo y confirma lo planteado en el refrán hindú: “el Ajedrez es un mar en el cual un mosquito puede beber y un elefante puede bañarse”.

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